Si cualquier relación de pareja, por idílica que parezca, tiene altibajos. Si, el matrimonio a veces puede ser difícil. La llegada de los hijos puede llegar a poner en jaque a la pareja.
Convertirse en madre/padre es una experiencia única y maravillosa que no está exenta de momentos duros, de cansancio, de desesperación, incluso. Los primeros meses son especialmente complicados para los padres primerizos, volcados casi en exclusividad en los cuidados de su bebé. Esto puede pasar factura a la pareja. Muchos padres, agotados y abrumados por la nueva responsabilidad, dejan a la pareja como la última de sus prioridades.
Es importante pensar en la pareja como un proyecto a largo plazo y no esperar a que los niños se vayan de casa para “retomar” la relación. A veces ocurre que tras la crianza desconoces al «otro».
Los expertos recomiendan comunicar, ser empáticos el uno con el otro, repartir la carga de responsabilidades y salir, al menos, una vez a la semana sin niños.
Aseguran que “invertir” tiempo en la pareja, les hace ser mejores padres. A pesar de que a veces es inevitable sentir remordimientos por dejar a los pequeños a cargo de otras personas, es importante recuperar intereses comunes, más allá del rol de padres, compartir hobbies y disfrutar el uno del otro. Y es que delegar a veces es bueno para la pareja y para uno mismo también.
En el día a día también se pueden adquirir hábitos, como cenar juntos o sentarse en el sofá sin interferencias de dispositivos electrónicos tras acostar a los niños para hablar del día, preocupaciones o nuevos proyectos. Aunque sea un rato, con el fin de regar diariamente la relación.
Cuando los niños son más mayores, estas citas se pueden convertir en escapadas esporádicas de fin de semana, rememorando incluso la etapa de noviazgo….Aquellas en las que se disponía de tiempo sin interrupciones para disfrutar en pareja de noches íntimas.
Para poder salir sin niños, se les puede pedir el favor de quedarse con ellos a amigos o familiares. También existe la opción de contratar una canguro.
Padres unidos, niños felices
La relación de pareja tiene un impacto muy importante en la familia. A los niños les viene muy bien ver sus padres relacionándose de una forma sana; no hay nada que dañe más a un pequeño que ver a sus padres enfrentados. Mostrar a los niños una relación sana, será su espejo para establecer relaciones bonitas con los demás y les enseñará lo maravilloso que es ser y sentirse querido.
Al final, no dejar de ser una inversión familiar :-).
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