Alimentar con leche materna es el mejor regalo par aun hijo. Una experiencia que deben disfrutar tanto la madre como el hijo. Sin embargo, este momento tan íntimo y bonito puede resultar incómodo si hay un exceso de producción de leche materna. Esto se conoce como hiperlactancia.
¿Qué es la hiperlactancia?
La hiperlactancia consiste en una regulación de la leche materna de manera inadecuada. En este caso, se trata de una producción excesiva. Es decir, cuando el flujo o goteo de leche es constante y abundante tanto cuando el bebé está mamando como cuando se suelta del pecho.
Lo más habitual es que esto se produzca justo después del parto y las semanas siguientes.
Esta sobreproducción puede convertir las sesiones de lactancia en algo incómodas y estresantes tanto para el bebé como para la mamá.
La prensa recogía el caso de una estadounidense llamada Elisabeth Anderson-Sierra, que producía dos galones de leche materna al día (unos 3,8 litros). Esto es 10 veces más que la media. Está mamá decidió donarla a otros bebés.
Aquí tenéis más información sobre los centros dónde se puede donar leche en España.
¿Qué causa la exceso de producción de leche materna?
Hay madres que producen más leche de la que su bebé necesita. Otras que son hipersensibles a la estimulación.
En algunas ocasiones, las prácticas realizadas durante el proceso de amamantar pueden llevar a una sobreproducción de leche materna. Por ejemplo, extraerse una cantidad importante de leche antes de alimentar al bebé; ofrecer el otro pecho antes de “vaciar” el primero puede producir un exceso de producción a medio o largo plazo.
¿Cuáles son los inconvenientes de la hiperlactancia?
El principal inconveniente para la mamá de una producción excesiva de leche es el dolor de los pechos. Este malestar se multiplica si no se saca la leche con frecuencia. Cuando los senos están constantemente llenos hay más riesgo de sufrir una infección o mastitis.
Además, el constante goteo también puede ser molesto, especialmente cuando no se está alimentando al bebé.
Aplicar un poco de frío y/o presionar ligeramente los pezones con la mano o el brazo puede ayudar a frenar este incómodo goteo.
Es habitual que los bebés de las mamis con hiperlactancia ganan peso mucho más rápido. Además, el flujo abundante y continuo puede dar la sensación de atragantamiento.
En líneas generales, los bebés alimentados exclusivamente con leche materna sufrir menos gases. Sin embargo, cuando hay un exceso de producción, estos niños tienden a tragar más aire.
Existen otro tipos de inconvenientes del exceso de producción de leche como, por ejemplo, la irritabilidad. Para evitar esto, se recomienda extraer un poco de leche antes de la toma. También puede ayudar adoptar determinadas posiciones. Una de ellas es tumbarse boca arriba y colocar al bebé a la altura de las costillas, vigilando siempre que no se obstaculicen las vías respiratorias de éste.
Otro problema relacionado con la sobreabundancia de leche es la cantidad de flujo que sale. Como ya hemos apuntado, manejar un abundante flujo puede dificultar la alimentación del bebé. Al contrario de lo que pueda parecer, algunos de estos bebés pueden no estar recibiendo suficiente alimento debido a que no saben gestionar el flujo.
¿Cómo reducir la sobreproducción?
Lo mejor para reducir la sobreproducción es utilizar un solo pecho en cada sesión de alimentación. Esto puede ayudar a producir menos leche materna.
Otra recomendación es incrementar, poco a poco, la cantidad de tiempo que el bebé amamanta de un mismo seno.
Además, hay que tener en cuenta que si éste llega a la hora de comer sin mucha hambre, succionará de manera menos agresiva. Es importante que el bebé sepa que puede soltar y reengancharse al pecho a su voluntad.
*Más info en «La Guía para madres lactantes sobre cómo producir más leche».