Al llegar a los dos años el bebé consigue poseer un vocabulario más extenso con el que puede comenzar a realizar oraciones y poder comunicarse verbalmente con los demás. Durante este tiempo hay una serie de cosas que los padres pueden hacer para que el bebé aprenda a hablar más fácilmente:
De los 12 a los 15 meses.
Durante estos meses el bebé comenzará a utilizar palabras. Quizá no sea la palabra como tal, puede que sea inventada, pero siempre usará la misma para referirse a un objeto en concreto. Por ejemplo, puede decir «baba» para referirse a la botella de agua, porque tiene sed y quiere beber. La mejor manera de estimular en esta etapa es de la siguiente forma:
- Se puede nombrar los objetos que suelen estar más a la mano como botella, vaso, tenedor, muñeco, etc, dando tiempo para que los pueda nombrar.
- Preguntar sobre las imágenes que aparecen en libros o en alguna imagen del móvil, por ejemplo.
- Dejarle tiempo para hablar sobre lo que quiere, aunque no entendamos nada de lo que dice.
- Preguntarle sobre las cosas cotidianas y darle a elegir, por ejemplo, «¿qué camiseta quieres hoy, la roja o la azul?», «¿qué fruta quieres hoy, plátano o manzana?», y dejarle que intente responder, poco a poco lo conseguirá e irá añadiendo vocabulario a su colección.
- Introducir las conversaciones en los juegos, por ejemplo, usar las palabras que sepa en los juegos con los muñecos.
Etapa de 15 a 18 meses.
El niño/a tendrá una comunicación no verbal más compleja mientras va sumando palabras a su vocabulario. En estos meses se puede jugar con el bebé a señalarse partes del cuerpo y nombrarlas, también a buscar objetos, como por ejemplo, buscar juguetes que anteriormente se han escondido a propósito.
De los 18 meses a los 2 años.
Comienza a repetir lo que escucha y se le entiende. Le gusta cantar canciones y a esta edad comienzan a realizar juegos de simulación como: bañar a un muñeco, hablar por un teléfono de juguete con algún familiar o amigo, etc.
De 2 a 3 años.
Este es el año donde más aprenderá sobre el lenguaje, irá a pasos agigantados. Ya será capaz de expresarse con frases sencillas y puede responder preguntas simples. En esta época hay cosas que pueden ayudar mucho a que su lenguaje sea cada vez mejor:
- Enseñarle a decir su nombre y apellidos.
- Preguntarle sobre el número o el tamaño de las cosas que están a su alrededor. Por ejemplo, ¿cómo es ese juguete, grande o pequeño?, ¿Cuántos rotuladores tienes para pintar?.
- Hacerle preguntas que no se puedan contestar con un simple sí o no.
- Realizar juegos de simulación donde cada vez se tenga un rol.
- Seguir utilizando los momentos de tranquilidad para jugar, hablar o cantar sin ninguna otra distracción.
Aunque hay que tener claro que cada niño es diferente y cada uno evoluciona a un ritmo, sí es cierto que estas etapas suelen ser un buen indicador de que todo funciona correctamente con el desarrollo del habla de nuestros hijos. Si se detecta algún tipo de retraso en el habla, lo mejor es acudir a un logopeda que pueda ver al niño/a y diagnosticarle correctamente. Muchos de estos problemas, si se detectan a tiempo, suelen resolverse sin dificultades y ayudan a que nuestros hijos desarrollen el habla de una manera correcta, algo muy importante después en su proceso de aprendizaje y en la vida cotidiana.