Cada vez más pediatras recomiendan introducir los sólidos sin necesidad de hacer papillas y permitiendo al bebé experimentar
Antiguamente cuando las madres no podían ofrecer leche a sus hijos, se hacían los purés, que consistían en machacar y triturar la comida para alimentarles, antes de que existiesen los cubiertos, las madres lo masticaban en su propia boca y se lo ofrecían a sus hijos, tiempo después se comenzaron a utilizar los cubiertos. Hoy se siguen dando papillas o purés recomendados muchas veces por pediatras aunque tengan un peso y crecimiento adecuado antes incluso de los 4 meses. Unas recomendaciones que no se ajustan a las de las grandes instituciones de la salud.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses. Se trata del mejor alimento para el bebé. Ningún otro alimento puede enriquecer más al bebé que la leche de su madre. No aconseja por tanto la introducción de ningún otro alimento hasta que el lactante tenga medio año.
Al cumplir los 6 meses, se comienza con la alimentación complementaria. Se van introduciendo los alimentos de forma gradual. En España se comienza por los cereales sin gluten, fruta y verdura. En otros países el orden cambia. En general la forma de ofrecer los alimentos es a través de la cuchara, pero lo cierto es que son muchos los pediatras que comienzan a recomendar dejar a un lado los cubiertos y los purés para dar paso a una alimentación a base de triturados o en pequeños trozos, es decir, en sólidos. Siempre a partir de los 6 meses, cuando pueden sentarse por sí mismos.
Esta forma de alimentar a los bebés está adquiriendo cada días más seguidores y practicantes ya que son muchos los beneficios que aporta:
-El bebé deja de ser un sujeto pasivo que tan sólo abre la boca para tragar, para convertirse en protagonista activo de su propio descubrimiento de los alimentos.
-Al gestionar y poner en marcha su propio cuerpo (coger, llevarse a la boca la comida, chupar, mover la boca, tragar) para ingerir el alimento, tiene menos posibilidades de atragantarse que metiéndole una cuchara en la boca, en la que no controla nada más que la glotis.
– Participa como uno más en las comidas familiares. Por imitación además van adquiriendo los hábitos y protocolos de la mesa (cubiertos, servilleta…)
-Favorece la coordinación óculo manual.
-Mejora el desarrollo de la motricidad fina.
-Come lo que necesita, ni más ni menos.
-Descubre de una forma muy enriquecedora distintos sabores, tamaños y texturas. Experimenta todas las propiedades de los alimentos y lo interioriza para sí.
-Se siente capaz y gana autonomía personal.
-Aumenta la confianza en sí mismo.
-Se autorregula en la alimentación complementaria.
¿Qué les ofrecemos para comer?
Se trata de ofrecerles la misma comida que recomienda el pediatra pero en vez de hacerla puré, hervirla o cocerla un poco. Comen exactamente igual que si les ofreciesen un trozo de pan o galleta. Por ejemplo se puede hervir arroz, brócoli, judías verdes, patata, zanahoria, macarrones…Fruta: pera, manzana….Y lo mismo con carne: un muslito de pollo que pueda agarrar, un pedacito de pescado…Lo mismo que se les daría en purés pero entero.
Es importante destacar que hasta el año, la leche materna en la medida de lo posible se les debe continuar dando como el alimento principal y no al revés.
La introducción de los sólidos de esta forma es hacer sentir al bebé capaz y le brindamos la oportunidad de saborear y descubrir la comida de una forma respetuosa.
Video de bebé comiendo solo