Son muchos los motivos por los que una madre puede necesitar extraerse leche en algún momento de la lactancia: estimular la producción, drenar el pecho ante una obstrucción, poder dar leche materna cuando no es posible dar el pecho, para donar, entre otros muchos. Por ello es importante saber cómo realizar una extracción y cómo conservarla para garantizar su calidad. 

Existen dos maneras de realizar la extracción de leche materna: manual o mecánica mediante un sacaleches (manual o eléctrico). Antes de empezar es preciso seguir unas medidas  básicas de higiene como lavarse las manos. Los expertos aconsejan buscar un lugar tranquilo ya que tanto el reflejo de bajada de la leche como la cantidad que se produce serán más óptimos contra más relajada se encuentre la madre. Además, para favorecer la la eyección recomiendan masajear el pecho con las puntas de los dedos desde la periferia a la areola previo a la extracción.

Extracción manual

Una de las prácticas más utilizadas para la extracción de leche materna es la técnica Marmet. Ésta consiste en colocar el pulgar y el dedo índice en forma de “C” a una distancia de unos 3 cm desde la base del pezón y  empujar hacia la pared torácica o del pecho. Después, apretar ligeramente hacia adelante con el pulgar y los demás dedos al mismo tiempo. Repetir este movimiento de forma rítmica a una velocidad que resulte cómoda para cada madre. Los expertos recomiendan que la mano rote alrededor de la mama para masajear y apretar todos los cuadrantes.

Otra técnica es colocar el dedo pulgar y el índice en forma de “U” y presionar los dedos contra la pared del tórax y luego acércalos suavemente. La zona que se debe presionar es la de la areola y no el pezón.  Para muchas mujeres resulta más fácil usar las dos manos para la extracción de leche, situando una de ellas encima de la areola y la otra debajo. Sin embargo, se debe evitar que la mano agarre todo el pecho en cualquiera de los casos.

Una sesión de extracción manual puede durar unos 30-45 minutos, se recomienda ir alternando los pechos cada 5 o 10 minutos o cuando ya no salga demasiada leche. Sacarse la leche de manera manual puede llevar bastante tiempo, por lo que no resulta demasiado práctico si se desea hacer con regularidad. 

Sin embargo, se recomienda este tipo de extracción durante el postparto, debido a la poca cantidad de calostro producidas en los primeros días. No todas las mujeres pueden extraerse un gran volumen de leche usando esta técnica que requiere cierta práctica y paciencia.

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Extracción mecánica

Antes de empezar a hablar de la extracción mecánica es importante poner el acento en la elección de un buen sacaleches. De ello dependerá que la extracción sea exitosa. Un buen sacaleches debe ser de fácil uso y eficaz siendo capaz de drenar el pecho y de estimular la producción gracias a que imitan la succión del bebé y no deben causar ningún dolor. Es importante empezar la extracción con el nivel mínimo de succión para evitar tirones que pueden incomodar.

Hay dos tipos de sacaleches: los eléctricos y los manuales.

Su uso es sencillo: colocar la copa o protector de pezones sobre el seno, encender el aparto si se trata del primer tipo y dejar que éste realice su cometido (regulándolo) o bien accionar manualmente el mecanismo para la extracción de leche.

Sacaleches eléctricos

Para una mayor comodidad y eficacia existen sacaleches eléctricos dobles, basados en aquellos que se encuentran en las hospitales. Su principal ventaja es que permite la extracción de los dos pechos a la vez y, por tanto, se reduce considerablemente el tiempo de extracción. Con un buen extractor eléctrico se tarda entre 10 y 15 minutos vaciar ambos pechos. Su precio es la única desventaja.

Sacaleches manuales

Los extractores manuales disponen también de una copa para proteger el pezón; la extracción se produce operando un mecanismo de presión o de succión con la mano lo que requiere cierto esfuerzo por parte de la madre. En este caso, el tiempo de extracción puede llevar unos 30 minutos. Estos sacaleches manuales así como aquellos que funcionan con pilas están indicados para un uso puntual. La principal ventaja de estos es su asequible precio.

La utilización de un sujetador de extracción puede facilitar este proceso sea cual sea el método elegido para vaciar los senos. En cualquiera de los dos casos apuntados anteriormente, es muy importante proceder a una limpieza cuidadosa después de cada uso para que no haya riesgo de contaminación. Igual de importante resulta elegir un recipiente adecuado para su almacenamiento y reducir al mínimo su manipulación.

*Foto de Riala (www.pixabay.com)

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