La lactancia materna ha de ser el principal alimento del bebé hasta el año de edad, independientemente de la introducción de los nuevos alimentos.
Posteriormente es saludable continuar con la lactancia el tiempo que deseen ambos protagonistas. Generalmente el destete natural se produce entre los 3 y los 7 años de edad. Sin embargo, hay madres que desean destetar antes por diversos motivos.
Este proceso hay que realizarlo, si se puede, con mucho tacto ya que no supone solo una pérdida de alimentación para el bebé sino que puede acarrear consecuencias emocionales para ambos. En definitiva es el fin de una etapa que ha producido un vínculo muy especial.
Consejos para realizar un destete respetuoso
Si la situación lo permite se puede llevar a cabo un destete gradual y respetuoso ¿Cómo?
- No ofrecer, no negar: La opción de «no ofrecer, no negar» evita la sensación de rechazo en el bebé y de culpabilidad de la madre. Puede llevar tiempo pero en ocasiones se produce un destete casi natural con el paso del tiempo.
- Espaciar las tomas: pedir al niño que espere un poco, va aminorando esa necesidad de urgencia y permitiendo hacerle sentir que puede esperar.
- Sustituir las tomas por otros alimentos saludables, como zumos naturales, fruta…e incluso agua.
- Entretener al niño con algún juguete o actividad antes de que se adelante a pedir el pecho.
- Comunicar con el niño. Los niños entienden más de lo que pensamos. Comunicar con ellos desde el cariño, por ejemplo a través de un cuento que «las tetitas también necesitan dormir o descansar» pueden ser formas muy efectivas de hacerles entender que no pueden tomar siempre que quieran.
Gestión de las emociones del niño y de la madre
Tu pequeño puede interpretar que ha hecho algo mal cuando empiece el destete, por eso es muy importante no negarle nunca el pecho si este lo pide. Para evitar que el niño sufra durante este proceso, sobre todo, si ya es mayor hay que evitar frases del tipo:
- Ya eres un niño muy grande para tomar teta.
- Los otros niños ya no toman pecho.
- Mamá está cansada y prefiere no darte teta.
Estos comentarios que parecen inofensivos pueden provocar en el niño sentimientos de inseguridad, así como sentimientos de rechazo. El destete respetuoso se llama de esta forma, porque no solo incluye el espaciamiento en las tomas, sino también el respeto por los sentimientos y emociones de ambos.
No hay formas mágicas para un destete perfecto. Apoyarse en la pareja, hacer tribu con otras madres que hayan pasado por la misma situación o comentarlo con una asesora de lactancia pueden servirte también de mucha ayuda.