La alegría de tener bebes en casa
La maternidad produce un cambio profundo en la mujer. Ya durante el embarazo, la mujer experimenta una serie de cambios hormonales que afectan a su estado emocional. En ocasiones, algunas madres se sienten desorientadas y experimentan sentimientos muy profundos, pero encontrados. La mayoría de éstas hablan de enamoramiento hacia sus bebés, de “amor a primera vista”. Sin embargo, pocas padres se esperan lo que conlleva la llegada del primer hijo a casa.
Durante los primeros meses, el bebé no distingue el día de la noche y suele comer cada rato, un período, además, en la que la madre no se encuentra totalmente recuperada y el cansancio hace mella. A pesar de esto, el amor de ésta antepondrá siempre a las necesidades del pequeño a las suyas. Los cuidados que requiere un recién nacido, las malas noches, el estrés que conlleva su cuidado, en ocasiones, puede nublar esta increíble experiencia, impidiéndote disfrutar al máximo de los pequeños momentos con él. Y cuando pasa el tiempo y deja de ser un bebé, a menudo, uno se lamenta de las ocasiones perdidas. Pero, ¿cuándo deja de ser un bebé?
En países como Estados Unidos se considera “bebé” hasta el día de su primer cumpleaños. Desde entonces hasta que cumple tres años son toddlers (niños). Sin embargo, en la definición de la Real Academia de la Lengua Española definen bebé como: “niño de pecho, recién nacido o de muy corta edad”, sin concretar a qué edad dejan de serlo.
Muchos padres experimentan tristeza –algunos de manera profunda- cuando sus hijos dejan de ser bebés (independientemente de la edad que tenga el pequeño ) y para muchos otros, nunca dejan de serlo. Esta tipo de nostalgia puede golpear, especialmente, cuando en el entorno hay recién nacidos o bebés, al mirar los álbumes de fotografías, cuando se decide que no habrá más hijos o cuando se deja de cargarlos en brazos. Esta tristeza producida por el fin de ese periodo concreto de la maternidad, de esa fase de la vida, suele esconderse y seguirá resurgiendo en los momentos más inesperados.
Los expertos recomiendan compartir los sentimientos con la pareja y pedir ayuda profesional si se considera necesario. Al final, se trata de disfrutar de la maternidad, en cada una de las fases, por que si una está bien los más pequeños, también.
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