Te damos trucos para que niños que no quieren comer
No es lo mismo ofrecer que imponer. No se debe forzar a los niños pequeños ni bebés a comer, ni insistir para que se terminen la comida del plato, ni que lo hagan más rápido. Parece una consigna fácil de seguir, pero no lo es.
En este post te contamos porqué no hay que obligar nunca a un niño pequeño a comer y te damos trucos para intentar implementar una educación alimentaria en casa.
Ofrecer sí, obligar no
Muchos padres –pensando siempre en lo mejor para sus hijos- sienten la “obligación” de ofrecer alimentos a sus hijos con demasiada asiduidad y/o ofrecen más cantidad de la que necesitan realmente. A priori este ofrecimiento puede no ser un problema. Sin embargo puede llegar a serlo si este ofrecimiento se convierte en una imposición y/o presión.
El niño, como los sucede en los adultos, sabe cuando tiene hambre y cuando ha comido suficiente cantidad. No hay una cantidad concreta que estos deban ingerir, de hecho cada niño tiene necesidades distintas según un sinfín de variables.
El problema suele residir en que muchos padres creen que su hijo necesita más nutrientes de los que precisa. En la mayoría de casos no se adecua las raciones de comida a sus necesidades reales, llenándoles el plato en demasía sin tener en cuenta que sus estómagos son considerablemente más pequeños y, por tanto, necesitan menos cantidad.
Si el pequeño come más de lo que necesita puede tener problemas de sobrepeso. En España, un 30% de los niños son obesos y la cifra va en aumento.
¿Qué es el Baby Led Weaning?
Los expertos recomiendan que sean los niños, desde bebés (a partir de los seis meses) que tomen la iniciativa de sentarse a la mesa y decidan qué llevarse a la boca.
Así, en lugar de dar toda la comida triturada y “embutirle” el puré con una cuchara, lo mejor es ofrecerle una bandeja con comida a trozos variada y que él elija qué comer y que lo haga con sus propias manos. Lo que hoy en día se conoce como le «baby led weaning» (BLW). Esta metodología tan extendida actualmente les permite probar nuevos alimentos a la vez que experimentan no sólo con nuevos sabores sino con texturas distintas.
Mi hijo se niega a probar determinados alimentos, ¿Qué hago?
Es cierto que hay determinados tipos de alimentos que no suelen apasionar a los bebés y niños pequeños como, por ejemplo, el pescado y la verdura. Pero, ¿se debe obligar a comer estos alimentos tan saludables? La respuesta sigue siendo no.
Si no existe presión por parte de los padres, el niño seguramente terminará comiendo el pescado o la verdura. Por el contrario, si se obliga al pequeño a terminarse la merluza, por ejemplo, es posible que genere un rechazo hacia dicho alimento.
El apetito puede alterarse
La comida es fácilmente influenciable desde el punto de vista afectivo: el apetito puede alterarse –por cuestiones ajenas a la comida- según nuestro estado de ánimo.
Hay que tener en cuenta también que, a veces, todos los niños pasan por diferentes fases y también en su relación con la comida.
Dicho esto, asimismo se puede dar el caso que el niño no quiera comer porque no se encuentra bien. De hecho, es una de las principales causas de pérdida de apetito. Si crees que tu hijo podría estar padeciendo algún tipo de molestia, lo mejor es acudir al pediatra para tratar la causa y seguir sus directrices para que se recupere lo antes posible. Es muy probable que en cuanto se sienta mejor recupere el apetito.
Trucos para niños que no quieren comer
Los pediatras y nutricionistas recomiendan dar tiempo al niño para que coma a su ritmo, sin presiones, ni amenazas, sin forzar para que pueda disfrutar de comida. Preferiblemente, hacerlo en familia, sin distracciones como la televisión o juguetes y, sobre todo, los padres deben dar ejemplo a sus hijos.
Comer entre horas puede perjudicar el hecho de alimentarse bien en las comidas principales, Si es así, deben evitarse y ofrecer alimentos solo en el desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Y procurar que sean alimentos saludables y manteniendo una dieta equilibrada.
Al fin y al cabo lo más importante es que el niño esté sano, su crecimiento sea el adecuado y que tenga una dieta variada, no importa que coma poca cantidad. Y es que cada persona tiene unas necesidades diferentes.
Si tienes dudas sobre la alimentación de tu bebé, por favor, consulta con su pediatra.
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