El hipnoparto consiste en valerse de pensamientos positivos y relajación profunda para tomar control sobre el parto y que resulte menos doloroso. Se trata de una herramienta para desconectar de los factores externos y que ayuda a disminuir el estrés para que tu cuerpo pueda hacer su trabajo con calma.
El miedo al parto
El parto suele relacionarse muy estrechamente con dolor y sufrimiento; el desconocimiento de este proceso predispone a las futuras mamás a vivir con miedo las últimas semanas de embarazo y pensar en el parto como algo aterrador y muy doloroso. El miedo activa el sistema simpático desencadenando un mecanismo de alerta que hace que la sangre se distribuya a órganos esenciales, el útero no está entre ellos, por lo que baja el aporte de oxígeno a este órgano. Varios estudios relacionan directamente esta disminución de oxígeno al útero con contracciones menos eficaces y mayor sensación de dolor. Además, el miedo también influye en la manera en la que se segrega la oxitocina, la hormona natural clave para que se desencadene el parto.
¿En qué consiste el hipnoparto?
El hipnoparto (hypnobirthing) es un concepto acuñado por Marie Mongan («The Mongan Method») en 1989, e inspirado en las propuestas de relajación de Dick-Read. Se trata de un conjunto de técnicas que persigue reducir el miedo al parto llevando a la embarazada a un estado de relajación profunda, capaz de transformar las emociones «negativas» del parto (miedo, inseguridad..) en una experiencia positiva, reduciendo el dolor y procurando un tránsito vivenciado desde la confianza y seguridad. Este método, muy popular en los países anglosajones, está compuesto por cuatro técnicas diferentes: relajación profunda, visualización de imágenes positivas, técnicas de respiración y concentración. El objetivo es fortalecer mentalmente a la futura mamá y dar herramientas (como los ejercicios de respiración y técnicas de relajamiento) tanto a ésta como a su pareja para disminuir el estrés, el miedo y la preocupación, tanto antes, durante como después del parto. Si en lugar de tener pensamientos negativos cuando pensamos en el parto, nos sentimos seguras de nosotros mismas, confiamos en nuestros instintos (el cuerpo de la mujer sabe lo que tiene que hacer y está preparado para ello) y logramos relajarnos, es más probable que tengamos un parto más agradable.
¿Es realmente efectivo para reducir el dolor?
Cabe destacar que el hipnoparto no es un «método contra el dolor», sino que permite trabajar los miedos y las inseguridades para que, si se llega a un momento de pánico, se pueda volver a la relajación. Esta técnica contribuye a que el proceso de parto sea una experiencia mucho más satisfactoria: al eliminar los pensamientos negativos y visualizar con seguridad, se puede lograr una reducción del dolor. Cuando nos relajamos, el cuerpo segrega endorfinas, es decir, la hormona de la felicidad que, además, es un analgésico natural. Según diversos estudios, el hipnoparto puede, además, acortar los tiempos del parto-gracias a que la relajación permite trabajar al músculo uterino- y una mejor recuperación posparto.
El hipnoparto no te asegura un parto perfecto, pero si mejora esta experiencia. Se trata de conseguir entender el proceso de parto como un proceso fisiológico natural para el cual la mujer está perfectamente preparada. Se trabaja la confianza, la seguridad desde la información con técnicas que te ayudarán a transitar el proceso de parto con confianza y con amor. Y como broche de oro, saldrá de ti ese corazón que ha latido en tu interior y que se convertirá en uno de tus favoritos para siempre.