En líneas generales existen dos grandes tipos de parto el parto vaginal (o eutócico) y el paro por cesárea.
El parto es un momento muy especial para la mujer. Sin embargo, en ocasiones, conlleva muchas dudas y miedos, especialmente para las madres primerizas. Es muy importante informarse bien sobre todas las opciones y tener un plan de parto. Y es que, al contrario de lo que muchas familias creen, hay muchas formas de dar a luz.
En este post encontrarás información actualizada y veraz sobre los tipos de partos existen y las principales diferencias entre unos y otros. Así podrás tomar la mejor de las decisiones.
¿Cuántos tipos de parto existen?
A priori diríamos que existen dos grandes tipos de parto: vaginal y por cesárea. Sin embargo hay muchos matices y muchas formas de dar a luz y de nacer. ¡Te lo contamos todo!
Parto natural o vaginal
Cuando hablamos de parto vaginal o eutócico nos referimos a aquel que se produce a través del canal vaginal. Ahora bien existen varios tipos de parto vaginales que te contamos a continuación.
- Parto vaginal natural o espontáneo: se origina de forma espontánea y se desarrolla sin complicaciones y sin la suministración de ningún tipo de fármaco (ni anestesia epidural). Las contracciones de braxton hicks darán lugar a las contracciones uterinas regulares que marcan el inicio del trabajo del parto y que culminará con el nacimiento del bebé. Estos contarán con una ayuda integral y respetuosa siguiendo los ritmos naturales del parto desde el principio hasta el final. Las técnicas que se emplean para reducir el dolor son la relajación y visualización.
NOTA IMPORTANTE: la epidural puede solicitarse en cualquier momento durante el trabajo del parto; incluso si has rechazado previamente la administración de cualquier fármaco puedes pedir anestesia si la necesitas / quieres. Ésta se suministra vía intravenosa.
Si se han aplicado todas las medidas disponibles para favorecer el parto vaginal espontáneo y este no se lleva a cabo, los profesionales sanitarios pueden recomendar una inducción para facilitar el parto vaginal y/o el uso de instrumentos obstétrico.
- Inducción al parto: en ocasiones el trabajo del parto no se inicia y/o existen factores de riesgos para el bebé o la mamá que requieran una inducción del parto (provocar el parto de manera no natural). Esto debe estar justificado médicamente.
- Hablamos de partos medicalizado cuando no se respetan los tiempos naturales de la madre y el bebé y en la mayoría de casos están implicados una gran cantidad de fármacos. No se considera un tipo de parto “humanizado” porque la mayoría de decisiones la toma el médico y no la mujer.
- Parto vaginal instrumental: requiere la aplicación de un instrumento (fórceps, espátulas o ventosa) sobre la cabeza fetal para lograr la extracción del recién nacido. Esto puede suceder por dos razones: por indicación materna, riesgo fetal o no progresión del parto. El uso de estos instrumentos también deben estar bien justificado médicamente y la madre debe estar en dilatación completa con la bolsa amniótica rota y que la cabeza del bebé haya descendido por el canal del parto.
Parto por cesárea
La cesárea es una cirugía mayor que consiste en una incisión en la pared abdominal de la madre y su útero para facilitar la salida del bebé. Se puede hacer una incisión abdominal transversa o longitudinal. Generalmente la sutura de la piel que se hace en estos casos es intradérmica reabsorbible; esto significa que no requiere ser retirada.
Ésta intervención debe estar justificada médicamente (riesgo real para la madre o el bebé) si la mamá prefería un parto vaginal, puede recomendarse por no progresión del parto vaginal y/o ser una cesárea programada o electiva. Si tanto el bebé o la mamá corren peligro hablamos de una cesárea de urgencia.
Es importante que tengas toda la información necesaria para saber en cada momento qué está pasando y los procedimientos que se te están practicando. Recuerda, ¡se trata de tu cuerpo!
Una cesárea también debe ser respetuosa. Pide el contacto piel con piel inmediato con tu bebé tras su nacimiento y póntelo al pecho de inmediato si has optado por la lactancia materna. Recuerda que el contacto piel con piel favorece la transición del bebé a la vida extrauterina, favorece la lactancia materna y mejora el vínculo afectivo con el bebé.
Tipos de parto según el momento en el que sucede
Ya hemos visto las dos maneras más habituales de dar a luz, sin embargo, como hemos comentado anteriormente hay muchas variables que intervienen como dónde dar a luz, postura, en qué momento se produce el alumbramiento.
- Parto prematuro: se considera parto prematuro aquel que ocurre más de tres semanas antes de la fecha probable de parto (FFP). Hay dos grandes grupos: los prematuros moderados y los prematuros tardíos o extremos (dependiendo de la semana de embarazo en la que estés). Este tipo de partos pueden ser espontáneos, programados o inducidos. En los dos últimos casos deben estar muy justificados médicamente (debe existir riesgo real para el bebé y/o la mamá) porque los pequeños pueden presentar problemas de salud al nacer antes de término.
- Parto postérmino: ocurre cuando el parto se da pasadas las 42 semanas de gestación. En muchas ocasiones se recomienda inducir el parto o recurrir a la cesárea porque la placenta podría empezar a perder propiedades. Además, si el bebé crece mucho pueden existir ciertas complicaciones menores a la hora de dar a luz.
- Parto programado: puede ser por motivos personales o médicos. Consiste en fijar una fecha para el parto en lugar a esperar que suceda de forma espontánea y natural. Suelen ser partos más largos de los habitual, con contracciones uterinas más dolorosas y hay una tasa más elevada de cesáreas, precisamente porque no se produce de manera natural.
- Parto de urgencia: se considera parto de urgencia cuando éste se inicia de manera natura pero en un momento inesperado (o lejos de casa o del hospital de referencia) o cuando hay que inducir el parto por una complicación médica.
- Parto múltiple: por las complicaciones que suele acarrear, no suelen llegar a término y suele ser necesario inducirlo unas semanas antes de completar las 40 semanas.
Tipos de parto según dónde dar a luz
La decisión sobre dónde dar a luz es de todo menos sencilla. La mayoría de mujeres de nuestro país prefieren hacerlo en un hospital o clínica especializada pero cada vez más se opta por un parto natural en casa con acompañamiento profesional. Además te explicamos algunas de las mejores posturas para dar a luz.
- Parto en el hospital: como hemos comentado es el más común. La mayor ventaja de optar por este lugar para dar a luz es que si hay complicaciones estás rodeada de profesionales y material médico que puedas necesitar. Por contra, suelen ser partos más intervencionistas y menos íntimos.
- Parto en casa: antiguamente lo “normal” era parir en casa con la asistencia de un médico y/o matrona. Son partos más íntimos y donde la madre se suele encontrar más cómoda. Se desaconseja si hay sospechas de complicaciones médicas para el bebé y/o la madre.
- Parto en el agua: consiste en sumergir el cuerpo en una piscina/bañera de agua caliente en el momento activo del parto. Esto favorece la relajación y los movimientos de empuje y disminuye el dolor. El principal inconveniente es que no se garantiza la esterilización del medio y no se puede usar tecnología para monitorizar al bebé.
- Parto vertical o en cuclillas: se trata de la posición más habitual en el parto natural ya que usa la gravedad para que el bebé descienda por el cuello uterino. De ahí que se acelere el proceso del parto. Una de las desventajas es que dificulta la labor a las personas que te asisten.
Como has podido ver en este post, hay numerosos tipos de partos, algunos de ellos están fuera del control humano. Nuestra recomendación es que te informes bien de las posibilidades y te centres en tu caso particular y tus circunstancias porque ¡no hay dos partos iguales!
En todo caso el parto es un momento único y mágico para una madre y su bebé. Estos deberían ponerse siempre en el centro y debería primar su bienestar y salud.