La placenta es un órgano que se crea alrededor de la segunda semana de gestación, evolucionando hasta el cuarto mes. Su aspecto se asemeja a una masa esponjosa adherida al útero y su función es establecer el intercambio de oxígeno y alimento entre la madre y el feto.
Comienza a formarse en el mismo momento que la implantación del embrión en la pared uterina, la placenta se desarrolla de las mismas células provenientes del espermatozoide y el óvulo. En la última fase del parto, la placenta se desprende del útero y se expulsa minutos después del nacimiento del bebé.
Son muchas culturas las que rinden un homenaje especial a la placenta y realizan curiosos rituales en torno a ella.
En algunos países se cree que la placenta tiene propiedades mágicas y debe ser enterrada para que traiga buena suerte al bebé y a su familia.
Antiguamente, en Alemania y Francia, se plantaba un árbol y se enterraba la placenta allí para que se beneficiara de los nutrientes que ésta contenía.
Hay lugares donde la consideran un talismán y los niños llevan trozos secos de placenta alrededor del cuello o cosidos en los dobladillos de los pantalones.
Actualmente, existe una corriente que defiende los beneficios de que la mujer se coma su placenta para recuperarse mejor del parto. De hecho, se pueden encontrar recetas con placenta para que no resulte desagradable. De hecho, si se observa el mundo animal, la mayoría de mamíferos se comen la placenta después del parto.
Una práctica más conocida es el «nacimiento Lotus» o «nacimiento Loto» que consiste en dejar la placenta unida al bebé por el cordón umbilical hasta que se separen de forma natural por la parte del ombligo, (suele ocurrir entre tres y los diez días después del parto). Este contacto prolongado se puede ver como un tiempo de transición, que permite al bebé distanciarse de su unión al cuerpo de su madre de forma suave y paulatina.
Los estudios en cuanto al corte tardío del cordón umbilical son claros: la sangre que queda en el cordón umbilical si es absorbida por el bebé, sus niveles de hierro permanecerán altos durante más tiempo. Si el bebé se queda «conectado» a su placenta hasta que se desprende el cordón se beneficiará de todos los nutrientes que contiene.
Hay mujeres que incluyen en su plan de parto lo que desean hacer con su placenta, si es tu caso, no olvides informar de cuáles son tus deseos tras expulsarla.
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