¿Qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la parte más inferior de la cavidad del abdomen y que sostienen las vísceras y los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) manteniéndolos en la postura idónea para su normal funcionamiento. Las otras funciones son: la contención de orina, heces, gases; la función sexual y la función reproductiva. Se trata de una estructura dinámica que se adapta a los cambios posturales y que resulta clave durante etapa expulsiva del parto. El deterioro o debilitamiento de esta musculatura puede afectar al bienestar de la mujer provocando pérdidas de orina, caída de los órganos intraabdominales o dolor lumbar, entre otros.
Antes de seguir, un dato: un útero pesa entre 70 y 90 gramos, sin embargo, éste aumenta hasta 1 kg cuando la mujer da a luz.
Cómo cuidar el suelo pélvico
En términos generales, los cuidados que requiere una madre que acaba de tener un bebé son descansar, no realizar grandes esfuerzos (adoptar una postura correcta y contrayendo los músculos perineales mientras se realiza el esfuerzo), la higiene vaginal (especialmente si se ha dado a luz) y proteger y ejercitar el suelo pélvico.
Los expertos recomiendan trabajar el suelo pélvico antes de quedarse embarazada, si esta musculatura está tonificada se reducirán los problemas que se harán especialmente notorios en el postparto. Si no se ha ejercitado antes o durante el embarazo, es importante no empezar a trabajarlo hasta que el periné (o suelo pélvico) no se haya recuperado. Lo mejor es consultar al fisioterapeuta, médico, obstetra o matrona si se tiene alguna duda sobre este tema antes de iniciar cualquier ejercicio.
Ejercicios y otras herramientas
Entre las prácticas más recomendadas para estimular la contracción muscular están los ejercicios de contracción-relajación o Kegel. Estos se pueden realizar tumbada boca arriba, sentada, a cuatro patas o incluso de pie, siendo esta última postura la más exigente. Cuando esté en la posición deseada tome aire y expúlselo mientras contrae el periné (no apriete los glúteos) y relaje la musculatura. En la siguiente ronda, no relaje durante la inspiración, manteniendo la contracción durante varias respiraciones. Estos ejercicios realizados en el posparto inmediato (la primera semana de dar a luz) deberán ser contracciones suaves y mantenidas unos segundos.
Los abdominales hipopresivos también ayudan a reforzar la musculatura perineal, trabajar la espalda y tonificar la barriga. Los hipopresivos se hacen en apnea, es decir, aguantando la respiración, y manteniendo la postura durante unos 25 segundos. También se recomiendan realizar ejercicios circulatorios tales como flexion y extension de tobillos o movimientos circulares.
Otras herramientas recomendadas para la rehabilitación del suelo pélvico son las bolas o conos vaginales. Su funcionamiento es sencillo: al introducir las bolas, se contrae la musculatura de forma refleja para que estas no se caigan ejercitando la zona. Son un buen complemento a los ejercicios de Kegel y los hipopresivos, que deben realizarse bajo la supervisión de un fisioterapeuta.
Además, se recomienda el uso de una faja abdominal o cinturón pélvico nada más salir del paritorio; su uso puede extenderse hasta los tres meses si hay molestias lumbopélvicas. Éstas aportan un soporte externo a la pelvis y favorecen la vuelta a la normalidad de los ligamentos.Por otro lado, las fajas abdonimales solo se usaran en caso de diástasis abdominal (separación de los rectos del abdomen) o hernias.
Cuidarse para cuidar mejor
Es muy importante cuidar el estado físico y emocional de la madre para que ésta pueda atender al bebé en las mejores condiciones posibles. Por eso, desde Método Canguro recomendamos acudir a un especialista si aparece alguna dolencia tras el parto o si se sospecha que se existe depresión postparto.
* Foto de Niky Filipova (www.pixabay.com)