Durante el embarazo, los músculos abdominales se separan para dejar espacio al bebé y después del parto estos músculos deben volver a su sitio, aunque no siempre es así.

A veces la musculatura queda separada y esto produce que las vísceras puedan salir por ese espacio al realizar esfuerzos. Estéticamente queda una barriga algo prominente y físicamente puede producir otros problemas como: dolor de espalda y/o deterioro del suelo pélvico. Cuando ocurre esto se le conoce como diástasis abdominal o diástasis de rectos.

Es importante saber que la diástasis abdominal es más que un problema estético. Los dos rectos abdominales se unen desde el esternón hasta el pubis. Debido a sus puntos de fijación en la pelvis, la brecha entre ellos y la debilidad en el tejido conectivo afecta directamente a la cavidad pélvica y la musculatura del suelo pélvico. El 52% de las mujeres con disfunción de suelo pélvico tiene diástasis abdominal.

Hay estudios que indican que el 100% de las mujeres embarazadas tendrá diástasis abdominal en su tercer trimestre, así que es lógico pensar que muchas de las mujeres que tratarán de reducir su barriga postparto deben que prestar atención a su suelo pélvico. También se ven casos de violencia obstétrica que pueden afectar negativamente al suelo pélvico.

Nunca es demasiado tarde para trabajar esta zona, aunque cuanto antes se empiece la recuperación, mejor será el resultado. La diástasis abdominal solo se «cura» sola en las ocho primeras semanas postparto. El uso de la faja abdominal durante estas primeras semanas es una buena manera de ayudar al abdomen y la musculatura pélvica. Si pasado este tiempo esta zona continúa debilitada, se ha de acudir a un fisioterapeuta especializado en recuperación postparto quien recomendará ejercicios como abdominales hipopresivos, Kegel, bolas chinas (para que la vagina coja tono muscular) e incluso puede sugerir la colocación de cinta adhesiva (de las que se usan en el mundo deportivo) en el abdomen para crear un cierre entre la musculatura.

Para más información puedes acudir a tu matrona o fisioterapéuta. Si te ha resultado útil esta información compártela.