Las sesiones de lactancia son el momento perfecto para fortalecer el apego con los hijos, un momento muy íntimo y especial para ambos. No es ningún secreto, por tanto, que el uso de dispositivos móviles puede romper la magia de este instante ya que no favorece el contacto visual entre madre e hijo, tan esencial para fomentar un apego adecuado. Sin embargo, ésta no es la única consecuencia derivada del uso de estos dispositivos durante la lactancia.

Un estudio realizado por el Ministerio de Salud alemán advierten que el uso de teléfonos móviles durante la lactancia trae consecuencias perjudiciales para el bebé. Esta es la demoledora conclusión a la que han llegado los investigadores que han trabajado en el Blikk-Medie-Studie 2017, una investigación realizada gracias a la colaboración más de 5500 niños y padres del país germano.

El 75% de las madres entrevistadas afirmaron que utilizan el móvil, la tablet o el ordenador mientras dan el pecho o el biberón a sus bebés de entre 1 mes y 1 año. Y, como consecuencia, estos sufren más trastornos del sueño y se alimentan peor aquellos cuyas madres no utilizan ningún dispositivo durante la sesión de lactancia. Además, apunta dicho informe -realizado a través de entrevistas a los padres y revisiones médicas periódicas a los hijos- que el uso de estos artefactos afecta al desarrollo del habla en niños pequeños.

Se trata de un hábito nuevo y muy extendido en todo el mundo del que hasta ahora no se conocían las consecuencias, ni se recogían en los protocolos sanitarios ni tampoco se alertaba a las madres. Además, cabe destacar que estos dispositivos contienen una gran cantidad de microorganismos patógenos que pueden pasar al bebé con facilidad.

Uso de tecnología en los niños

El estudio no se olvidó de los niños en edad escolar cuyo rendimiento escolar también se ve afectado si  usan regularmente ante estos dispositivos. Los expertos avisan que aquellos menores (de 8-13 años) que utilizan dichos  medios electrónicos (televisión, videojuegos, teléfonos y tabletas) más de una hora diaria tienen un rendimiento peor en la escuela, tienen más posibilidades de sufrir hiperactividad motorales cuesta concentrarse en una tarea y tienen problemas en la compresión lectora. Por ello desaconsejan su uso en menores de 12 años y, en el caso de los mayores de esta edad, que su uso sea limitado y esté supeditado al control parental.

Según este estudio, a mayor tiempo delante de una pantalla (ya sea de televisión o de un móvil), menos desarrollo de capacidades especialmente en el ámbito lingüístico. Otros hábitos directamente relacionados con los dispositivos móviles son el sedentarismo y el consumo excesivo de azúcares.

Para terminar, un último dato:el 70% de los niños menores de tres años utilizan más de media hora al día los dispositivos móviles de sus padres cuando en realidad «ningún niño pequeño necesita un smartphone». Siendo conscientes de que nos encontramos en la era digital y no podemos escapar de ella, los investigadores destacan la importancia de “tomarse en serio los riesgos de la digitalización, posponer y controlar su uso”. Además, recomiendan que padres e hijos pasen tiempo de calidad juntos alejados de cualquier aparato electrónico.