El Gobierno busca regular el trabajo de los niños influencers, ya que la exposición habitual de menores a internet puede conllevar múltiples riesgos y peligros.
El Gobierno de España sigue dando pasitos para intentar proteger al menor de los peligros de internet en los niños. En este caso, regulará la exposición de los menores a las redes sociales (Instagram, Facebook) o plataformas como Youtube.
En nuestro país hay niños menores de 15 años con hasta 10 millones de seguidores en Instagram o Youtube. Esto no pasa de la noche al día. En la mayoría de casos los niños llevan muchos años trabajando en sus cuentas, dedicándole muchas horas al día para ir creciendo en la red y poder “dedicarse” a ello. Los contenidos más compartidos en estas edades suelen ser o compartir sus trucos en famosos videojuegos o relatar su día a día.
De ahí que Trabajo está planeando modificar el Estatuto del Artista para poner limitaciones a menores que realizan este tipo de actividades.
Otro aspecto que preocupa es el “sharenting”, donde el Gobierno también quiere poner coto con el fin de impedir que se monetice la imagen de los niños en las redes sociales. Muchos menores, sin quererlo, están expuestos en las plataformas digitales de sus padres: algunos con afán recaudatorio, otros para crear una especia de memoria virtual de cada momento importante en la vida de sus pequeños (nacimiento, primeras palabras, etc).
La realidad es que hay muchas lagunas legales a la hora de regular el mundo digital. Si te preocupa este tema, ¡Sigue leyendo!
Batalla de likes
¿Sabías que hay estudios que afirman que cuando se utiliza la imagen menores de edad en redes sociales se obtiene hasta un 42% más de likes? Y es que, ¿a quien no le gusta ver tiernas fotos y videos de bebés y/o niños en momentos señalados de su vida? Se trata de un contenido muy atractivo para el público y puede llegar a reportar un gran beneficio para algunas mamás y papás que se dedican este mundillo.
¿Qué tipo de beneficios? A más likes, más engagement y esto se suele traducir en más seguidores. Muchísimas marcas trabajan estrechamente con Influencers -a los que pagan por promocionar sus productos- como una manera más de hacer negocio y darles visibilidad. Y el mundo de la maternidad/paternidad mueve muchísimo, en redes y fuera de ellas.
El problema es que monetizar la imagen de cualquier persona (también de los adultos)conlleva riesgos asociados y secuelas que pueden ser de por vida. Si es el adulto el que decide hacerlo, deberá lidiar con los posibles inconvenientes de esta exposición pero, ¿qué ocurre si se expone la vida de un menor que no lo ha elegido “libremente? Puede que está exposición le termine pasando factura (aunque a priori no se opongo a que sus padres le graben e incluso estén encantados con la idea).
Lo que está claro es que la privacidad del niño está en entredicho y que todo contenido expuesto en internet allí se queda.

Auge de los menores en plataformas digitales
Muchos niños y adolescentes hoy en día prefieren ser youtubers o tiktokers antes que médicos, astronautas o incluso futbolistas. Esto se debe a que en edades muy tempranas empiezan a hacer uso de las redes sociales y sus ídolos ahora son creadores de contenido que monetizan sus vivencias o cualidades como su particular habilidad para jugar con videojuegos.
De hecho, estudios recientes afirman que a 1 de cada 3 jóvenes de entre 15 y 29 años le gustaría dedicarse a las redes sociales. Mientras que 1 de cada 10 está empezando a hacer sus pinitos en este campo.
Lo que es indudable es que hay un auge de menores en las plataformas digitales y que los “niños youtubers” ya no son una excepción sino que son una tendencia creciente. Lo que ha generado una gran preocupación por a la falta de regulación sobre el trabajo infantil en este ámbito concreto.
Nuestro país vecino, Francia es pionera en la regulación del trabajo infantil en plataformas digitales. En 2020 aprobó una ley que obliga a las empresas que quieran contratar a menores de 16 años a solicitar permiso a las autoridades locales. Además, los ingresos de menores deben estar gestionados por una entidad financiera independiente, sin acceso directo de los padres.
Nueva regulación del Estatuto del Artista
Recientemente ha salido a la luz que el Ministerio de Trabajo y el de Cultura están elaborando una reforma del Real Decreto 1435/85 para regular el trabajo profesional de menores en las distintas actividades artísticas (como la creación de contenido en redes sociales). El objetivo es proteger a estos menores, garantizar que no se vulneren sus derechos y evitar la explotación infantil en el entorno digital.
En España, los menores que trabajan como actores o artistas en ámbitos como el cine o la televisión tienen un límite de horas laborales. Sin embargo, en el caso de los niños influencers, esta normativa no se está aplicando, lo que puede conllevar a una explotación.
¿Cómo podrían regularlo? Limitando, por ejemplo, las jornadas y los horarios de los menores para que no se ponga en riesgo el equilibrio entre el ámbito educativo y su vida social. Esto se traducirá en que los menores de 16 años sólo podrán trabajar fuera del horario lectivo, en periodos vacacionales o durante los fines de semana.
Además, los menores que quieran ejercer como influencer deberán disponer de una autorización administrativa para ejercer este tipo de actividades y sus padres o tutores legales deberán estar siempre presentes mientras trabajen.
¿Y los beneficios? La idea es que todos los beneficios que se generen por el trabajo de los menores en las redes sociales sea ingresado en una institución financiera que gestione el dinero hasta que el niño sea mayor de edad. Esto es para evitar que los menores se conviertan en fuentes de ingresos para sus familias.
Por el momento, estas medidas están recogidas en un borrador, paso previo al trámite de modificar el real decreto que podría materializarse este verano.
Buscando entornos digitales seguros para todos
Esta iniciativa no es la única que se ha llevado a cabo en nuestro país en los últimos meses. El pasado mes de abril se aprobó la primera iniciativa que regula la actividad de los influencers en España. Ésta consiste en que aquellos usuarios de especial relevancia (con ingresos superiores a los 300.000 euros al año y los que superen el millón de seguidores en una sola red social) se atengan a las mismas reglas del juego que afrontan periodistas y colaboradores de otros medios de comunicación (como la televisión o la radio). Los creadores de contenido tienen que ser responsables de lo que publican y si difunden contenidos inapropiados o información poco veraz y/o errónea deben rectificar públicamente.
¿Qué te parecen esta serie de medidas para intentar regular la “selva digital” y que todos hagamos un mejor uso de las redes sociales?