Las dificultades para concebir pueden esconder una infertilidad, que es la incapacidad de concebir de manera natural tras un año de relaciones sexuales sin protección. El 85% de las parejas sanas y jóvenes conciben tras un año de relaciones, ese porcentaje aumenta hasta el 93% tras intentar concebir durante dos años.
Se calcula que una de cada ocho parejas tiene problemas a la hora de lograr un embarazo. La infertilidad afecta de igual manera a hombres que a mujeres. El origen del problema se encuentra en un 30% en la mujer, un 30% en el hombre, otro 30% afecta a la pareja sufriendo ambos factores adversos y el 10% restante la causa puede ser inexplicable.
La mayoría de casos de esterilidad femenina se debe a:
- Edad avanzada: A partir de los 35 años el potencial reproductivo disminuye. Después de los 40 años la posibilidad de embarazo es mucho menor.
- Lesión en el aparato reproductivo: endometriosis, ovarios poliquísticos,anomalías uterinas, obstrucciones, lesiones en las trompas.
- Excesiva prolactina
- Otros factores de riesgo como: menopausia precoz, óvulos de baja calidad, miomas, enfermedades de transmisión sexual u enfermedades crónicas (diabetes, obesidad, cáncer, tiroides, depresión…).
En cuanto al hombre, las causas de esterilidad masculina son en su mayoría por una mala calidad espermática. Pudiendo ser la causa:
- Disfunciones de erección.
- Alteraciones en el ámbito testicular y urinario:anomalías, curvaturas en el pene, varicoceles, inflamación…
- Por enfermedades endocrinas: hipotiroidismo, déficit de testosterona, obesidad..
- Alteraciones cromosómicas u hormonales que pudieran producir una baja calidad espermática
- Patologías en la próstata
En ambos casos, tanto en la infertilidad masculina como femenina, los motivos pueden ser también llevar una vida demasiado sedentaria o estresante, infecciones, anticuerpos, toma de determinados medicamentos así como el abuso del consumo de tabaco y alcohol u otras drogas.
¿Cuándo acudir al especialista?
Después de un año de relaciones sexuales regulares sin lograr un embarazo se puede valorar la existencia de alguna alteración. En casos de edades más avanzadas, se recomienda consultar después de seis meses de relaciones sexuales regulares.
Las pruebas para determinar la infertilidad incluyen una historia clínica y un examen físico completos de los dos miembros de la pareja. En el caso de la mujer, las pruebas básicas son: un estudio hormonal basal, una analítica, una ecografía y una histerosalpingografía, y estudio genético. Las pruebas pueden ampliarse en función de la paciente. En el caso del hombre, se le podrán requerir: un espermograma, exploración física y/o ecográfica, test hormonal, o el estudio del ADN entre otras.
En la sanidad pública se realizan intervenciones artificiales (inserminación o in vitro) si se reúnen los siguientes requisitos:
Ser menor de 40 años, sin hijos previos sanos, que el hombre no se haya realizado una vasectomía o la mujer una ligar¡dura de trompas.
Pueden tener dificultades las madres solteras o lesbianas. Tampoco aceptan parejas en las que un embarazo pueda suponer un riesgo para su salud.
Ojo que pueden tener listas de espera de hasta 4 años (si superas los 40 ya no te intervienen).
Para más información pide cita con tu médico de cabecera.