Respetar los ritmos madurativos de cada niño es uno de los pilares en el currículo oficial del Estado.
Entre abril y mayo se inician los procesos para aplicar a los centros educativos para el próximo curso. Si tenéis un bebé de 2-3 añitos e iniciará en septiembre la educación infantil seguro que una de las principales preocupaciones que tenéis es si deben tener afianzado el control de esfínteres para entonces.

Cada centro infantil tiene sus normas al respecto pero la Ley de Educación está por encima de cualquier manual interno. Esto es así precisamente para que no se vulneren los derechos de lis niños y niñas. Y es que respetar los ritmos madurativos de cada niño es uno de los pilares en el currículo oficial del Estado.

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El control de esfínteres es un proceso madurativo

Es importante señalar que el control de esfínteres (hacer pis o caca en el váter) es un hito en el desarrollo del niño con una importante base fisiológica. Es decir, su adquisición no depende la voluntad del pequeño, ni de la ayuda que les podamos prestar los adultos, ni la educación que estén recibiendo.

Se trata, por el contrario, de un proceso que el niño o niña logra de manera autónoma, cuando está preparado para ello. Para controlar los esfínteres, es necesaria una suficiente maduración fisiológica (para adquirir el control de los músculos de los esfínteres), también debe haber una maduración cognitiva (es decir que entienda el proceso) y, por último, una maduración psicológica y emocional.

Dicho proceso no entiende de calendarios escolares, ni tampoco hay una estación del año mejor que otra para dejar el pañal. Muchos padres se sienten presionados para forzar este proceso durante el verano anterior al inicio del cole de sus pequeños en P3.

Sin embargo, no se trata de un aprendizaje, sino de una MADURACIÓN. Forzar este proceso no sólo no es aconsejable, sino que es contraproducente. Para detectar el momento os dejo enlazado un video sobre cuando «dejan el pañal».

El pañal se deja no se quita

«¿El niño controla sus esfínteres?». Es una pregunta recurrente durante las jornadas de puertas abiertas de los coles. «Aquí respetamos los ritmos madurativos del niño pero a la escuela tienen que venir sin pañal”, otro clásico.

Sin embargo, como la ley orgánica no dice que sea obligatorio llevar a los niños y niñas sin pañal al cole algunos centros educativos lo añaden a su normativa interna. Cuando visites un cole, es importante saber cómo gestiona este proceso y cómo abarca el tema.

A continuación, te contamos qué dice la Ley al respecto.

Pañal y escolarización, ¿qué dice la ley educativa?

Podríamos decir que hay tres niveles a tener en cuenta. Primero está la LOMLOE o ley vigente a nivel estatal que regula todos los ciclos educativos. A continuación, cada comunidad autónoma tiene competencia para adaptar los contenidos a su contexto. Por último, cada centro educativo elabora su propio proyecto educativo (Proyecto Educativo de Centro, PEC) así como su normativa interna. Dicho esto, ni el PEC, ni la normativa del centro, pueden contradecir lo que dice la ley.

Y, ¿qué dice la LOMLOE en la Ley Orgánica 3/2020 de Educación de 29 de diciembre? “La educación infantil tiene carácter voluntario y su finalidad es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social, cognitivo y artístico del alumnado, así como la educación en valores cívicos para la convivencia”.
De hecho, uno de los uno de los objetivos de esta etapa es “el conocimiento del propio cuerpo así como la adquisición progresiva de la autonomía en sus actividades habituales”.

Según la LOMLOE, la educación tiene que ser “flexible y adecuarse a la diversidad de aptitudes, intereses, expectativas y necesidades del alumnado”.
Además establece que ésta “ha de actuar como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que deriven de discapacidad”. Por tanto, «se debe garantizar la igualdad de oportunidades, la inclusión educativa y la no discriminación”, según lo recogido también en la anterior Ley Orgánica de 2/2006 (3 de mayo).

Es decir, la LOMLOE en sus primeros capítulos TUMBA la norma no escrita de que “al cole hay que ir sin pañal”, porque va contra la igualdad de oportunidades, de la inclusión educativa, de la no discriminación, de la flexibilidad y de la atención a las necesidades del alumnado.

En resumen, no hay ninguna ley que diga que los niños o niñas deban controlar los esfínteres para entrar en el segundo ciclo de Educación Infantil. Y no sólo eso, sino que con lo expuesto NO ES LEGAL que exijan o prohíban llevar a nuestros hijos a P3 con pañal. No se puede discriminar a un niño o excluirlo del sistema educativo por no controlar esfínteres; tampoco es lícito ni razonable.

No es un problema del niño, es falta de infraestructura

No hay ninguna medida pedagógica que legitime esta imposición entonces, ¿a qué se debe esta medida? Única y exclusivamente a la falta de infraestructuras y personal. En la mayoría de las aulas alegan que no hay cambiador y que el profesorado no dispone de auxiliares que puedan echarles una mano para cambiar pañales en unas aulas con hasta 20 bebés en P3. Sin embargo, es responsabilidad del centro educativo gestionar y buscar recursos para subsanar esta situación. No de las familias y mucho menos de sus pequeños.

Permitir que un niño quede «apartado» en un estado «antihigiénico», con ropa interior mojada o con heces significaría un mal trato. Esta situación sería denunciable tanto a la inspección educativa como al organismo competente por ser un acto discriminatorio y que atenta contra su dignidad.
Tampoco es de recibo llamar a las familias para que abandonen su trabajo para ir a cambiar a sus bebés cada vez que ensucien el pañal.

En resumen, no tienes que “quitar el pañal” a tu bebé este verano para poder entrar en un centro educativo si éste no está preparado. Respetar sus ritmos debe ser la prioridad en éste y en cualquier aspecto de su desarrollo.