Antes de empezar a hablar de las diferentes maneras de dar el pecho, es importante explicar la diferencia entre postura y posición. La primera consiste en la forma en que la madre se coloca para dar el pecho; mientras que la segunda es la forma en que el bebé es colocado para mamar y resulta fundamental para que la lactancia sea un éxito.
A la hora de elegir una postura para amamantar se recomienda buscar la comodidad tanto del bebé como de la madre, adoptando una postura relajada se favorecerá el flujo de la leche; de lo contrario se podría dificultar la producción de oxitocina, hormona crucial para que se libere la leche materna. En referencia a esto último cabe destacar que el contacto piel con piel contribuye a la estimulación de los instintos de alimentación.
Además, adoptando una buena postura se evitarán los habituales dolores de espalda durante las tomas, que resultan especialmente largas durante las primeras semanas de vida del bebé. Por ello, muchas madres optan por dar el pecho en un sillón provisto de cojines para ir buscando la comodidad según el momento y, preferiblemente, con un reposapiés. También resulta muy cómodo dar el pecho con un cojín de lactancia.Un estudio realizado recientemente apuntaba a que los bebés maman mejor cuando la madre está reclinada hacia atrás. Otro aspecto muy importante a tener en cuenta, independientemente de la postura elegida, es comprobar que el bebé se agarre correctamente al pezón.
Desde “Alba Lactancia Materna” recomiendan una postura que surja de manera espontánea colocando al bebé entre los pechos de la madre semi-recostada o sentada (con la espalda reclinada ligeramente hacia detrás) para propiciar el agarre espontáneo.
Postura ventral
La postura ventral o “posición de crianza biológica” consiste en que la madre se acueste boca arriba, colocando al bebé encima suyo y dejándole toda la libertad para posicionarse. Es una de las más utilizadas por las mamás especialmente por las primerizas y, además, permite el descanso de ambos. Algunos, a pesar de que ésta deba soportar el peso del bebé (que puede llegar a ser un pequeño inconveniente cuando el pequeño va creciendo) y haya ciertas limitaciones en cuando al poder de succión.
Postura sentada
Otra de las posturas más habituales, por su comodidad, es que la madre esté sentada con la espalda recostada y ligeramente hacía atrás y el bebé estirado con los pies colocados hacia el pecho contrario del que mama.
Adoptando esta misma postura existen diversas variantes dependiendo de cómo se coloque el bebé. Una de ellas es la posición conocida como “de rugby”: consiste en colocar el cuerpo del bebé por debajo del brazo de la madre y los pies del pequeño se dirigirán a la espalda materna. Los expertos en lactancia materna recomiendan esta postura para evitar posibles obstrucciones. La posición de cuna es muy popular también. Se trata de poner la cabeza y cuello del pequeño apoyado en el antebrazo de la madre y que el resto de su cuerpo descanse sobre la barriga de la mujer. Por otro lado, está la posición de koala que consiste en que el pequeño se sienta a horcajadas sobre la pierna o la cadera de la madre y se alimente del pecho que le quede en el mismo lateral. Los expertos recomiendan esta posición para aquellos pequeños que sufran de reflujo o tengan infecciones de oído (debido a que así no tienen que recostar la cabeza sobre un brazo o el pecho).
Postura cuadrupedia
Aunque no se trate de una postura habitual para el amamantamiento diario, resulta especialmente útil en caso de obstrucciones mamarias o mastitis. Esta postura consiste en que la madre se coloque a cuatro patas y el bebé boca arriba. Recomendada para períodos cortos de tiempo.
Portabebés
Portear y alimentar al bebé es la mejor opción si se está fuera de casa y si el pequeño no quiere amamantar tumbado y/o se alimenta con frecuencia. Se recomienda para aquellos pequeños que sujeten la cabeza por si mismos.
Cabe destacar que portear en vertical ayuda a prevenir el reflujo y el contacto piel con piel la aparición de cólicos del lactante. Para ello existen distintos tipos de portabebés que pueden ayudar a la estimulación de la lactancia, vínculo, termoregulación y mejorar el sueño.
Estas son solo algunas de las posturas recomendadas para dar el pecho, sin embargo existen muchas variantes tantas como necesidades tengan la madre y el pequeño. La mejor postura es aquella que garantice la comodidad de ambos y que favorezca el flujo de leche materna. Lograr un ambiente relajado también es clave que la lactancia materna sea un éxito. Si se encuentran dificultades, se recomienda asistir a la matrona o a una asesora de lactancia materna.