La lactancia materna es la mejor manera de proporcionar a los bebés los nutrientes que necesitan. Sin embargo, no sólo aporta alimento: fomenta el vínculo madre e hijo, da seguridad y calma al bebé.

Hoy te contamos los beneficios de la lactancia materna tras el nacimiento, las ventajas para la madre, técnicas de lactancia temprana y cómo abordar posibles desafíos. Si estás esperando un bebé o tienes un recién nacido, ¡esta información te interesa!

¿Qué dicen los expertos sobre la lactancia materna temprana?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda iniciar la lactancia materna exclusiva durante la primera hora después del nacimiento hasta que el bebé tenga, al menos, seis meses de edad.

A partir de ese momento, se deben ir incorporando alimentos complementarios nutritivos sin dejar de dar el pecho siempre que sea posible. No existe una edad concreta en la que el pequeño “deba dejar el pecho”, la elección está a cargo de la madre y/o el pequeño. Para poder mantener la lactancia materna y que ésta sea exitosa es muy importante tener apoyo y estar muy bien informada.

Cada año se celebra la Semana Mundial de Lactancia Materna para Conmemorar la Declaración de Innocenti firmada en agosto de 1990 por la OMS, UNICEF y otras organizaciones para proteger, promover y apoyar la lactancia materna.

En 2018, dichas organizaciones estuvieron trabajando para informar de la importancia de amamantar dentro de la primera hora de vida. Esto puede llegar a ser crucial para el recién nacido.

La OMS y UNICEF estima que unos 78 millones de bebés, o 3 de cada 5 bebés, no toman pecho en la primera hora de vida, lo que los expone a un mayor riesgo de muerte y de contraer enfermedades; además si no se engancha al pecho en ese período es menos probable que continúen amamantando.

Los expertos en lactancia materna avisan de que un retraso de unas pocas horas después del nacimiento podría suponer una amenaza para la vida y, por el contrario, aquellos bebés que amamantan en la primera hora de vida tienen una probabilidad significativamente mayor de sobrevivir. Esto es gracias al calostro. No en vano se conoce como la “primera vacuna” del bebé debido a que es extremadamente rica en nutrientes y anticuerpos que ayudan a proteger a los bebés de enfermedades infantiles comunes como la diarrea y la neumonía, las dos principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo.

Según el informe realizado por dichas organizaciones, la mayoría de estos bebés que no son alimentados inmediatamente después de nacer se encuentran en países de bajos y medianos ingresos.

La vida de más de 820.000 niños menores de 5 años podría salvarse cada año si fueran amamantados de manera óptima.

A pesar de los beneficios de la lactancia materna, muchas mujeres no pueden dar el pecho. La mayoría de éstas están mal informadas, poco acompañadas y terminan por dejar la lactancia materna por falta de apoyo y desconocimiento.

Posibles desafíos de la lactancia materna

Amamantar es un acto lleno de amor pero no está exento de dificultades, desafíos y, en ocasiones, incluso de dolor.

Tras el nacimiento de un recién nacido, ya sea por parto vaginal o por cesárea, los expertos recomiendan realizar contacto inmediato piel con piel con la madre. Una de las razones es que el cuerpo de la mamá es el único hogar que conoce el pequeño. Estar en contacto directo con su piel, le calma.

Otro de los motivos para apostar por el contacto piel con piel es que así se fomenta la lactancia materna. Para ello, es importante poner al bebé con apenas segundos de vida sobre el cuerpo de su madre para que éste busque su pecho para alimentarse. El primer agarre es espontáneo e innato, nadie enseña al bebé a amamantar.

Los primeros 2-3 días tras el parto, el bebé es alimentado por calostro, considerado como oro líquido. Se trata de la primera leche que produce la mujer, un alimento ideal para un recién nacido. Es muy concentrado (es más denso que la leche materna “convencional”), está lleno de proteínas y tiene una alta cantidad de nutrientes. Esto se traduce en que con una pequeña cantidad, tu bebé se saciará. Algunos bebés pueden mostrar cierta irritabilidad al agarrarse porque dicha lecha sale en “cuenta gotas” y les supone un esfuerzo succionar.

A los 3 días aproximadamente, a la mayoría de mujeres les “sube” la leche. Esto supone un cambio significativo en la producción de leche. Notarás tus pecho mucho más hinchados y es posible que necesites extraerte leche porque tu bebé no ingiere suficiente leche para “vaciarte” el pecho. Si es necesario puedes extraerte la leche manualmente o con un sacaleches (los hay manuales y eléctricos). Esta leche puedes congelarla para dársela cuando lo necesites. Te recomendamos el Taller Monográfico de Oh Mama Matrona sobre Banco de Leche para aprender todo lo que necesitas saber sobre este tema.

Como hemos dicho, éste es un momento muy importante. Puede aparecer cierto dolor o incluso grietas si hay un mal agarre o no se da el pecho en una posición adecuada para amamantar. Si sospechas que te pasa algo de esto, por favor, contacta con una matrona. La lactancia materna no debería doler.

Según la OMS, sólo un 36% de los bebés de 0 a 6 meses de todo el mundo fueron amamantados exclusivamente durante el período 2007-2014. Para luchar contra estos datos y mejorar la salud de los más pequeños es importante recibir toda la información necesaria para que la lactancia materna sea un éxito.

*Foto de Alfcermed (www.pixabay.com)