La lactancia materna es la mejor manera de proporcionar a los bebés los nutrientes que necesitan. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva comenzando durante la primera hora después del nacimiento hasta que el bebé tenga seis meses de vida. A partir de ese momento, se deben ir incorporando alimentos complementarios nutritivos sin dejar de dar el pecho siempre que sea posible. No existe una edad concreta en la que el pequeño “deba dejar el pecho”, la elección está a cargo de la madre y/o el pequeño.

Cada año se celebra la Semana Mundial de Lactancia Materna para Conmemorar la Declaración de Innocenti firmada en agosto de 1990 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y otras organizaciones para proteger, promover y apoyar la lactancia materna. Este año (2018) dichas organizaciones están trabajando para informar de la importancia de amamantar dentro de la primera hora de vida, que puede llegar a ser crucial para el recién nacido.

La  OMS y UNICEF estima que unos 78  millones de bebés, o 3 de cada 5 bebés, no toman pecho en la primera hora de vida, lo que los expone a un mayor riesgo de muerte y de contraer enfermedades; además si no se engancha al pecho en ese período es menos probable que continúen amamantando.

Los expertos en lactancia materna avisan de que un retraso de unas pocas horas después del nacimiento podría suponer una amenaza para la vida y, por el contrario, aquellos bebés que amamantan en la primera hora de vida tienen una probabilidad significativamente mayor de sobrevivir. Esto es gracias al calostro. No en vano se conoce como la “primera vacuna” del bebé debido a que es extremadamente rica en nutrientes y anticuerpos que ayudan a proteger a los bebés de enfermedades infantiles comunes como la diarrea y la neumonía, las dos principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo.

Según el informe realizado por dichas organizaciones, la mayoría de estos bebés que no son alimentados inmediatamente después de nacer se encuentran en países de bajos y medianos ingresos.

La vida de más de 820.000 niños menores de 5 años podría salvarse cada año si fueran amamantados de manera óptima.

Según la OMS, solo un 36% de los bebés de 0 a 6 meses de todo el mundo fueron amamantados exclusivamente durante el período 2007-2014. Para luchar contra estos datos y mejorar la salud de los más pequeños es importante recibir toda la información necesaria para que la lactancia materna sea un éxito.

*Foto de Alfcermed (www.pixabay.com)