La mastitis es una dolencia que puede poner en jaque la lactancia materna. De ahí la importancia en ponerse en manos de profesionales para tratarla lo antes posible.

¿Por qué dar el pecho?

Como decimos siempre, la leche materna es el mejor alimento para tu bebé. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta, al menos, los 6 meses de edad. Si no hay razones médicas, no es preciso “complementar” la leche materna con fórmula ni otras leches de crecimiento.

Además de ser el mejor alimento para tu bebé, dar el pecho tiene otros beneficios. Fomenta el apego seguro y reduce considerablemente el riesgo de sufrir cáncer de mama.

Para tener una lactancia exitosa es importante informarte y pedir ayuda si tienes dolor, si sospechas que tu bebé no se engancha bien o tienes complicaciones como la mastitis.

Si estás amamantando o quieres dar el pecho, sigue leyendo que esta información seguro que te interesa.

¿Qué es la mastitis?

La mastitis es una inflamación del tejido mamario que puede provocar dolor, enrojecimiento e hinchazón, entre otras cosas. En ocasiones puede derivar en infección. En los casos más graves puede llegar a dar fiebre acompañado de escalofríos.

La mastitis asociada con la lactancia puede provocar la falsa sensación que ya no tienes leche y, en ocasiones, puede ocasionar un destete antes de lo deseado.

A pesar de que mastitis afecta generalmente a mamás que están dando el pecho, no siempre es así. Puede afectar también a mujeres que no están amamantando e incluso a hombres. ¿Lo sabías?

¿Qué causa la mastitis?

La principal causa de la mastitis es que la leche se queda obstruida en una mama. Sin embargo, existen otras causas que también son bastante habituales como por ejemplo, la obstrucción de uno de los conductos mamarios. Esto puede ocurrir si el pecho no se “vacía” completamente en cada toma.

Otra de las causas de la mastitis puede ser una mala técnica de lactancia (una postura incorrecta, por ejemplo) o un agarre insuficiente. La sobreproducción de leche también puede producir mastitis: cuando sale menos leche de la que se produce.

Factores de riesgo

Existen numerosos factores que pueden propiciar la aparición de mastitis como, por ejemplo, una técnica de lactancia inadecuada o si tienes los pezones agrietados. Sin embargo, no todas las mujeres que tengas los pezones agrietados presentarán mastitis.

Si has sufrido esta dolencia durante una lactancia anterior tienes más números para que se repita la situación.

Cuando estés dando el pecho debes tener especialmente cuidado a la hora de elegir sujetadores. Evita cualquier sujetador que te apriete o que se te clave, así como prendas que ejerzan excesiva presión sobre esta parte del cuerpo. Todo aquello que presione las mamas puede limitar el flujo de leche.

El tabaquismo, el cansancio, la desnutrición o estrés excesivo también pueden ser factores de riesgo que pueden propiciar la aparición de mastitis.

Síntomas de la mastitis

A continuación os pasamos a enumerar algunos de los signos y síntomas de la mastitis:

  • Dolor y/o sensibilidad en los pechos
  • Hinchazón (o bulto) de las mamas
  • Sensación de calor si los tocas
  • Enrojecimiento de la piel
  • La leche no fluye cuando succiona el bebé
  • Grietas en el pezón.
  • Fiebre (38ºC o más)
  • Malestar general
que-es-la-mastitis

¿Cómo saber si tienes mastitis?

Si tienes dolor al dar el pecho, tienes hinchazón y/o sospechas que tienes un mal agarre, te recomendamos que consultes con un profesional sanitario. Es muy importante detectar la mastitis lo antes posible para poder ponerle remedio. Las matronas pueden comprobar si el agarre es correcto y te pueden dar consejos e indicaciones para que tengas una lactancia exitosa y sin dolor.

Cómo se trata la mastitis

En los casos más leves, el mejor “tratamiento” es la lactancia a demanda: que el bebé mame cuando quiera y lo que quiera, sin restricciones. Si pese a que se aumente la lactancia materna no hay mejora, puedes extraerte la leche de manera manual o ayudarte de un sacaleches.

Cuando la mastitis va acompañada de infección es necesario tomar antibióticos.

La aplicación de compresas húmedas así como masajear suavemente la zona afectada puede aliviar considerablemente el dolor. Sin embargo, se recomienda no aplicar calor.  Recientes estudios han demostrado que esta práctica puede propiciar un aumento de las bacterias.

 Complicaciones

Como cualquier dolencia, la mastitis también requiere de unos cuidados específicos. Si no se trata correctamente, puede conllevar una acumulación de absceso (pus) que puede complicar la situación. Esto normalmente termina con un drenaje quirúrgico.

Es preferible evitar llegar a este punto, por lo que nada más presentes signos de mastitis acude a un médico.

¿Puedo seguir dando el pecho?

En líneas generales se aconseja continuar dando el pecho a pesar de sufrir mastitis, incluso si hay infección. La principal razón es que si la leche no sale del pecho, los conductos mamarios seguirán obstruidos. El mejor «drenaje» es la lactancia materna a demanda.

Cómo prevenir la mastitis

Como decimos siempre, para tener una lactancia materna exitosa lo mejor es informarte muy bien y acudir a una asesora de lactancia para que te asesore y acompañe en este proceso. Esta profesional no sólo te enseñará técnicas de lactancia (las mejores posturas para dar el pecho) si no que evaluará el agarre de tu bebé. Todo ello contribuirá a evitar malos ratos y complicaciones como la mastitis.

A continuación os dejamos algunos consejos para intentar prevenir esta dolencia que es más habitual de lo que nos pensamos:

  • “Vacía” el pecho por completo en cada toma.
  • Cambia la posición en la que das el pecho entre tomas.
  • Asegúrate de que el agarre de tu bebé sea correcto, eso evitará molestias y otras complicaciones

En resumen, la mastitis es una inflamación del tejido mamario se da, generalmente, por culpa de una obstrucción en el conducto mamario. Esta puede venir acompañada de  fiebre (38,5ºC o más), rojeces y/o un dolor intenso. Se trata de una infección de origen bacteriana. Como comentamos en anteriores posts, la leche materna tiene más de 700 tipos de bacterias que ayudan al sistema inmune del bebé.

Si sospechas que puedes estar sufriendo mastitis, por favor, acude a un médico o una asesora de lactancia.

Para que la lactancia sea una experiencia maravillosa debe estar libre de dolor.