La elección de un portabebé depende de las necesidades de cada familia.
La etapa del desarrollo del bebé y el uso que le vamos a dar son los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir un portabebés. Otro de los aspectos más importantes es optar por aquel que mejor respete la posición natural del bebé, respetando el desarrollo de su sistema óseo y muscular. Buscar la posición en M con las rodillas más altas que las nalgas, es lo que se conoce como posición de ranita. Esta posición no solo previene la displasia de cadera si no que aporta beneficios al desarrollo físico del bebé. Elige un portabebés que se adapte al desarrollo de la columna vertebral del bebé, respetando su curvatura.
Guía para la elección de un buen portabebé
Como regla general, cuanto más ajustable sea el portabebé mayor confort y ergonomía. Los portabebés en sí no son ergonómicos como tal, son ergonómicos en tanto en cuanto los coloquemos de la forma adecuada para recoger bien el cuerpo del bebé: la tela debe ir de corva a corva, y, en el asiento del portabebé, no pegado a nuestro cuerpo, de tal forma que la cadera quede bien vasculada. Además, se debe respetar la curvatura natural de la espalda y que tenga la opción de soporte de cabeza para cuando son muy pequeños o si están dormidos. Otro aspecto a tener en cuenta es el tejido, que permita que la piel del bebé transpire. Los textiles han de estar testados como libres de tóxicos y metales pesados, es interesante que obtengan la certificación Oekotex ya que el bebé puede chupar las prendas y además están en contacto directo muchas veces con su delicada piel.
Dicho esto, a la hora de elegir un portabebé hay que tener en cuenta una serie de factores:
- La expectativa que tenga la familia a la hora de portear, es decir, el tipo de uso que le vaya a dar: si es para llevarlo puntualmente, para dar largos paseos, para el momento baño en playa o piscina, para liberar las manos mientras se está en casa, etc.
- Maña y disposición de las familias. Hay padres que se les hace un mundo el tener que aprender a colocarse un fular por ejemplo y prefieren portabebés que no les lleve mucho tiempo aprender a colocarlo, aunque como todo, es ponerse 😉
- Del desarrollo del bebé: su tamaño, fuerza y el desarrollo muscular del bebé.
- Preferencias del bebé. hay niños que se sienten más cómodos y felices en unos que en otros 😉
¿Cuándo empezar a portear?
El porteo se puede iniciar desde el primer día, de hecho se recomienda hacerlo desde el primer día. La principal razón es que hay niños que se pueden llegar a resistir al porteo, sintiéndose incluso “atrapados”, si no han sido porteados desde bebés. La decisión de portear desde el primer día también afecta al porteador, es importante adaptar la espalda del porteador: no es lo mismo que hayas porteado a tu bebé desde el primer día y que tu cuerpo vaya asimilando poco a poco su peso, que empezar a portear a tu hijo con 10 kilos de peso. Por tanto mi recomendación es que aquellas familias que opten por el porteo como estilo de crianza, que lo hagan desde el primer día.
¿Qué portabebés elegir de 0 a 6 meses?
Cuando son bebés muy pequeños, recién nacidos, mi consejo es que los portabebés sean de algodón con un poquito de elástico porque son los que mejor ajustan y envuelven su cuerpo, tan chiquitines son delicados y sin fuerza muscular. Para este momento los portabebés elásticos son geniales: Observad que sean de textiles naturales como el algodón o el bambú. El fular elástico es un portabebé muy versátil, con muchísimas posibilidades: te lo puedes anudar a la espalda, de lado, de frente. Está compuesto por una pieza de tela larga, de 4,5metros de largo por 50cm de ancho (los hay de varias medidas) , de algodón y con un pequeño porcentaje de spandex. Es ideal para anudar en «modo cuna» y facilitar el amamantamiento. Este portabebé es adecuado hasta que notemos que el bebé rebota al caminar, suele ser alrededor de los 9kg.
Para los papás y mamás que se les hace un mundo enrollarse la tela y hacer los nudos pertinentes, la mejor alternativa es la camiseta crisálida, que es un híbrido entre la camiseta clásica y el fular. Se trata de una camiseta de porteo y lactancia ajustable y evolutiva que se adapta al cuerpo del bebé desde que nace y hasta los 9 kg.
Otro portabebés indicado y recomendado desde el nacimiento es la bandolera de porteo, con mayor recorrido que los portabebés que acabamos de nombrar ya que éste último es apto hasta los 2 añitos. Es muy cómodo para portear ratos cortos, en casa, cuando son pequeños y en la etapa de “sube y baja”, es decir, cuando los pequeños ya caminan pero todavía se cansan mucho y piden “brazos”. Además, permite llevar al bebé en la cadera, posición que ofrece mucha visibilidad a estos, lo que resulta ideal para satisfacer su fase de exploración. También resulta muy conveniente para amamantar. Hay que tener en cuenta que se trata de un porteo asimétrico, lo que significa que el peso no se reparte por igual por toda la espalda si no que recae sobre uno de los hombros, y de forma desigual en la espalda, de ahí que esté indicado para ratitos cortos e intentar alternar el lado.
¿Qué portabebé elegir a partir de los 6 meses?
A partir de los 6 meses, cuando el bebé ya sujeta la cabecita y tiene un mayor desarrollo muscular, mi recomendación es dar el salto a un portabebé más robusto como pueden ser los Mei tai evolutivos, de origen asiático, o las mochilas evolutivas. Su panel se adapta tanto en altura como en anchura al crecimiento del bebé y permiten el porteo delante y a la espalda y son muy fáciles de usar. Estos dos productos de Amarsupiel están hechos de algodón orgánico de tejido sostenible, comprometido con el cuidado de medioambiente. Tenéis videos en el canal de Amarsupiel para que los conozcáis si os interesan. Las bandoleras en este momento también son una excelente opción ya que les permite ampliar un poco el campo de visión para los bebés más curiosos 😉
Portabebés para verano
Amarsupiel dispone de dos portabebés pensados específicamente para el momento baño ya sea en el mar como en piscina. Se trata del fular de agua y bandolera de agua que te permiten portear durante ratitos cortos, paseos por la playa, ratitos de piscina… ideales para liberar tus manos y , por ejemplo, atender a otros niños.
Para terminar, solo recordar que el porteo ha existido siempre, es la manera más natural de transportar a tu bebé y permite ese sostén afectivo y a nivel psicológico que necesitan los niños para desarrollarse de forma integral, ese vínculo vital con sus padres. Son muchos los beneficios del piel con piel, entre ellos que mejora el sueño, calma los cólicos, les relaja, mejora la calidad del sueño y se sienten atendidos, cobijados y abrazados por quien más quieren. Además está comprobado que los niños porteados reciben más caricias y besos…se puede pedir más?
¡Feliz porteo!