Esta suele ser una de las grandes preguntas que se hacen los padres: ¿cuándo pasar a mi bebé de la cuna a la cama? Este cambio requiere de un proceso y unos tiempos. Además, no tiene por qué ser para todas las familias igual. En esta publicación te explicamos todas las claves para pasar de la cuna a la cama de forma efectiva.

¿Cuál es el momento indicado para pasar de la cuna a la cama?

Los bebés al nacer sienten que el cuerpo de la madre es su lugar seguro. De hecho, han pasado 9 meses dentro de él y es donde se sienten en casa. Es muy común que las madres sientan que su bebé recién nacido se siente mejor pegado a ellas. ¡Incluso para dormir! Además, suele ser muy cómodo para poder amamantar o alimentar al bebé y tenerle “a mano”. Sobre todo, esta situación es mucho má cómoda cuando los bebés pasan por los cólicos del lactante.

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Desde hace unos años, venden cunas para el colecho con las que se propone que le bebé pueda dormir junto a sus padres, especialmente del lado de la madre. En este sentido, hay familias que directamente optan por dormir con el bebé en la misma cama. Y respecto a esta opción: ¿es seguro el colecho? Os dejamos una entrada del blog con todas las respuestas.

Y volviendo a cuando pasar a mi bebé de la cuna a la cama, no existe una respuesta perfecta para todo el mundo. Cada familia, en función de sus deseos y prioridades puede establecer el momento. Hay familias que quieren hacer ese cambio cuando todavía su hija o hijo es algo más pequeño y otras familias continúan con la cuna hasta que lo decida el niño. Todas son válidas y se han de respetar. ¡Esta es una decisión muy íntima y nadie debería opinar!

¿De qué manera hacer este cambio para que sea beneficioso para mi hijo o hija?

Es importante comentar, que el recién nacido necesita sentir cerca a su madre para asegurar su supervivencia. Sabemos que en una casa, no va a venir ningún depredador a por él. Sin embargo, el bebé siente que si su madre no está con él, está en riesgo su vida. Igualmente, no tiene la madurez suficiente como para sentirlo de otra manera. Así ha sido durante millones de años y es lo que tienen grabado en sus cerebros.

Por lo comentado anteriormente, es a través del acompañamiento, la presencia y el tiempo la forma en la que el bebé va entendiendo que se encuentra a salvo. Y así, comienza a coger confianza para que se vaya produciendo una separación natural y segura.

Es importante que se establezca contacto físico con el bebé y se atienda a sus demandas. Nunca dejarlo llorar ya que se ha demostrado que puede tener un fuerte impacto psico-emocional, tanto a corto como a largo plazo. Incluso, se ha demostrado que hay personas con problemas de ansiedad y traumas que provienen de sensaciones de abandono provocadas por este tipo de situaciones cuando eran más pequeños.

Hay muchas familias que tienen circunstancias que obligan a que el bebé pase de la cuna a la cama. En estos casos, las recomendaciones desde la crianza respetuosa son que se haga siempre con presencia y amor. Se le puede incluso explicar al bebé que va a empezar a dormir en su habitación. Puede aportarle seguridad, ofrecerle un “muñeco de apego” que quizá le ayude en el proceso de separación de la madre.

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A modo de resumen, podríamos decir que si se desea pasar al bebé de la cuna a la cama se debe hacer desde la empatía, el cariño, la presencia y el contacto. Si se despertase por las noches, se le debe atender. Sin miedo a cogerle en brazos, portear, o besar. Si la situación se vuelve agotadora, siempre se puede recurrir de nuevo al colecho para tener al niño cerca. El colecho tiene muchos beneficios para el bebé y la madre y este siempre es una forma segura de descansar tanto para los bebés como para los padres.

Si definitivamente se desea dejarlo en su habitación se puede realizar un cambio de cuna a una más grande para dar otro contexto nuevo. O comprar una cama directamente. La cama Montessori es una opción muy interesante, ya que permite que el niño suba y baje de forma autónoma. Así, a partir que comience a desplazarse o caminar, alrededor de los 12 o 18 meses, puede recurrir al dormitorio de sus padres. También es una excelente opción ya que puede irse a dormir por su cuenta cuando tenga sueño si no necesita acompañamiento.

¡Pasar de la cuna a la cama es un proceso!

Los hábitos de sueño de un bebé vienen determinados por la edad. Os dejamos una entrada sobre el sueño de los 6 a los 24 meses. Existe un libro muy recomendable de la psicóloga infantil Rosa Jové “Dormir sin lágrimas” que explica las fases muy bien.

Además, ayuda a comprender muy bien el sueño infantil, sus etapas y procesos. También da muchos tips de como dormir con los niños. ¡Te lo recomendamos para entender mejor a tu bebé y para realizar este cambio no solo desde el amor sino también desde el conocimiento!

Sea la decisión que sea, hay que tener en cuenta que los despertares nocturnos son muy normales hasta los 3-4 años. Y hasta los 2 años, se pueden despertar hasta 10 veces. Si se toma la decisión de pasar al niño de la cuna a la cama, que sea con amor y mucha paciencia.