A lo largo de la historia ha cambiado mucho la forma en la que miramos a la infancia, tanto psicólogos como escritores han realizado miles de publicaciones donde han descrito el comportamiento infantil.

Dependiendo de la época, las necesidades afectivas de los bebés para los adultos han sido a favor o en contra de ellos.Antes de la Revolución Industrial, la mayoría de los niños eran atendidos por sus madres, pero una vez que las mujeres se introdujeron en el mundo laboral, se les olvidó por el camino que los bebés seguían necesitando a sus madres durante los primeros años de sus vida. Este hecho provocó un antes y un después en los bebés occidentales, ya nada ha vuelto a ser igual. Desde entonces miles de profesionales han estudiado distintas formas de llenar esa ausencia materna en el día a día de los bebés.

Algunos fueron tajantes y dijeron que la figura de la madre no era importante en la vida de los niños,  y que los bebés se desarrollaban igual estando presente la madre o no. Pasado el tiempo, John Bowlby demostró la importancia de esa figura cercana o maternal con su «Teoría del Apego» y la necesidad de contacto de los bebés, el experimento lo realizó con unos monitos y pudo comprobar que la necesidad de contacto era mayor que la de saciar su hambre.

A parte del mundo de los bebés, en los libros podemos encontrar muchas referencias de la infancia a niños más mayores. Hay manuales en los que los niños son descritos como mini adultos, a los que hay que domar y limitar para no crear monstruos en el futuro. Estos libros todavía se siguen escribiendo hoy día e incluso se hacen programas de televisión basados en ellos, un claro ejemplo lo tenemos con el programa televisivo SuperNanny, en el que los niños son casi todo el centro del problema y con un enfoque de puro adultocentrismo se consigue modificar la conducta de los niños.

Hay un relato del doctor Ramón y Cajal en el que cuenta una anécdota de su infancia, fabricó una pequeña bomba que rompió la puerta de un vecino. Él la describe como una simple gamberrada de niños de la época, actualmente a Santiago Ramón y Cajal lo hubiesen diagnosticado con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) y le hubieran medicado para que se «relajara». En el mundo occidental hay muchísimos niños diagnosticados de TDAH, estamos ante una verdadera epidemia ¿están enfermos los niños o es la sociedad la que no aguanta su movimiento natural? Existen teorías que desmontan la existencia de este trastorno.

Con el paso del tiempo ha cambiado mucho la forma de vivir del ser humano, pero no tanto las necesidades que tiene su cría. Por este motivo muchos padres pueden vivir un auténtico infierno los primeros meses de vida de su bebé. Desde Amarsupiel apostamos por una crianza respetada, donde los padres estén presentes y tengan el mayor contacto posible con su bebé, para un adecuado desarrollo emocional y psicológico presente y futuro.