El baño es uno de los momentos más esperados del día para muchos bebés y niños. Sin embargo durante los primeros días, no hay que tener prisa en bañarles. Los expertos recomiendan esperar incluso hasta que el cordón umbilical se haya caído. Esto suele suceder alrededor de la primera, segunda semana de vida.

¿Cómo lavar al bebé en este primer período? Con un paño o gasa suave y un poco de agua tibia es suficiente sin frotar. La limpieza del culete con una esponja natural y con agua evitando las toallitas y secando en profundidad después.

Razones para esperar para el primer baño

Los recién nacidos disponen de un capa protectora de grasa, sudor y gérmenes útiles que protegen la piel de gérmenes infecciosos y bacterias e influencias ambientales. El vérnix caseoso del recién nacido es la capa amarillenta que protege a los bebés dentro del útero. Consiste en una mezcla de secreciones grasas procedentes de las glándulas sebáceas fetales y de células epidérmicas muertas. Esta sustancia ayuda a mantener la temperatura corporal del recién nacido, además, es reabsorbida poco a poco por la piel del bebé hidratándole, aportando elasticidad y reduciendo el riesgo de sufrir rozaduras o dermatitis.

Otra razón de peso para retrasar el primer lavado es para fomentar el vínculo materno-filial. El contacto piel con piel nada más nacer es vital tanto para la mamá como para el bebé sin interrupciones, mucho menos para un baño innecesario. El contacto continuado fomenta la lactancia materna exclusiva. Lo demuestra un estudio del Boston University School of Medicine y del Boston Medical Center  realizado en 2013. Su conclusión fue que los bebés cuyos baños se habían retrasado tenían un más probabilidades de conseguir ser alimentados con lactancia materna exclusiva o casi exclusiva.

El primer baño

Cuando el cordón umbilical se haya caído y, siempre y cuando no haya infección, el bebé  está listo para su primer baño. Para éste se recomienda utilizar solamente agua y, en el caso de usar jabón, que sea neutro, no perfumado y pediatrico (si es natural mejor). Otra opción son los baños naturales a base de avena. Por seguridad lo mejor es usar una bañera de pequeñas dimensiones y si puede ser blanda, mejor. La temperatura del agua debe estar sobre los 35 grados centígrados y la ambiente entre los 22 y 25ºC.

¿Cuántas veces a la semana se debe bañar a un bebé?

La mayoría de pediatras y dermatólogos recomiendan bañar al bebé de pocos meses de dos a tres veces a la semana ya que estos a diferencia de los adultos apenas sudan ni tampoco se ensucian como los niños de mayor edad. Además, la piel tiene sus propios mecanismos de limpieza.

De hecho, muchos pediatras asocian el aumento de las afecciones cutáneas en niños al hecho que se bañen demasiado ya que se reducen las bacterias naturales de la piel de los pequeños al retirar de forma reiterada la capa protectora natural de la piel.

Si se desea bañar al bebé a diario se debe evitar que pase demasiado tiempo sumergido en el agua, evitar jabones con sustancias agresivas para la piel y al salir secar en profundidad cada pliegue para evitar irritaciones.

*Foto de Public Domain Pictures (www.pexels.com)