Alrededor de la semana 12/16 de gestación mediante una ecografía se puede comprobar el sexo del bebé. Sin embargo, hay padres que no pueden esperar y optan por realizar pruebas caseras para intentar adivinar el sexo de su futuro bebé.

Estos métodos caseros para adivinar si es niño o niña se han transmitido generación tras generación. Sin embargo cambian mucho dependiendo de la zona y el país donde se resida. A pesar de que no tienen base científica, su eficacia suele ser del 50% ya que tan sólo hay dos opciones de resultado (niño o niña). Algunos de sus fieles defensores, sin embargo, afirman que su prueba es fiable y que obtienen el 100% de aciertos.

A continuación os detallamos un listado con las diferentes pruebas que conocemos para saber el sexo del bebé y aquellas que más se realizan a nuestro alrededor:

  • La tabla china: en varias páginas de internet podrás encontrar este calendario donde hay que poner el mes de la última menstruación y la edad de la madre para saber si será niño o niña.
  • La medalla: se trata de una prueba casi milenaria, la embarazada debe extender la mano y otra persona coloca una medalla encima de su palma. La medalla se sujeta por el broche y se levanta suavemente, si el movimiento es circular estás esperando una niña y si es hacia delante y hacia atrás, esperas un niño. Dependiendo de la zona se especifica o no que la medalla (collar, colgante) debe ser de la virgen y la persona que la sujeta debe ser mujer.
  • La forma de la barriga: cuando el embarazo ya está más avanzado y la barriga de la embarazada tiene forma redondeada se dice que será niña y si la barriga tiene forma puntiaguda será niño.
  • El aspecto de la embarazada: se dice que si la embaraza está más guapa y radiante lleva un niño, por el contrario, si se le ve con cara de cansada y más apagada lleva una niña.
  • El estado de salud: cuando es un embarazo de muchas náuseas y mareos dicen estas creencias que es niña, y si te encuentras bien es porque es porque esperas un niño.
  • La tijera: se colocan dos sillas con un cojín encima de cada una. Debajo de un cojín se colocan unas tijeras abiertas y en el otro unas cerradas, la mujer embarazada debe sentarse en una de las sillas sin saber lo que hay debajo de cada una. Si elige la silla con las tijeras abiertas espera una niña y si es la silla de las tijeras cerradas es un niño. En otros lugares se utiliza unas tijeras y un cuchillo (en lugar de tijeras cerradas).
  • Bicarbonato de sodio: en un vaso se debe mezclar bicarbonato de sodio y la misma cantidad de la primera orina de la mañana, si hace mucha espuma será un niño y si hace poca será una niña.
  • Posición del bebé en la barriga de la madre: si el bebé está colocado en la parte derecha es que es un niño y en la izquierda es una niña.
  • Método ramzi: consiste en analizar el saco gestacional, el vitelino y la ubicación del bebé para saber si es niño o niña.
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Es importante que destaquemos que ninguno de estos métodos es científico. Sin embargo, algunos de ellos gozan de mucha popularidad y se suelen realizar con frecuencia antes de realizar la ecografía. Esta prueba médica sí que es fiable y, por tanto, confirma con seguridad (o bastante probabilidad) el sexo del futuro bebé.
Como hemos apuntado, esto suele darle entre la semana 12 de gestación y la 16: el «secreto» consiste en avistar o no las bolsas escoriales. De ahí, que el sexo que antes se suele confirmar es si es un varón. Si no hay un avistamiento claro, los ecógrafos no suelen “mojarse” en revelar el sexo del bebé. Si llegas a la semana 20 y no ha habido un avistamiento, tienes muchos números para que tu bebé sea una niña.

En la semana 20, cuando se realiza una de las ecografías más completas y determinantes, no debería haber dudas sobre el sexo del bebé.

Desde hace unos años también se puede saber el sexo del bebé mediante un análisis de sangre a partir de la semana 7 de embarazo.

Otra de las pruebas más completas que existen es la amniocentesis. Con la prueba de la amniocentesis, que consiste en extraer líquido amniótico con células fetales, se sabe con seguridad si el bebé será niño o niña. La amniocentesis, que debe realizarse a partir de la semana 16 y no antes, es una prueba invasiva.

A diferencia de ésta última prueba médica, que detecta no sólo el sexo del bebé si no también muchas enfermedades, los métodos caseros que hemos comentado son pruebas no invasivas. Esto significa que no suponen ningún riesgo ni para el bebé ni para la madre. Aunque su fiabilidad esté en entredicho.

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