Cuando nos convertimos en madres, el bienestar de nuestro bebé se vuelve prioridad. Pero, ¿qué pasa si enfermamos nosotras? Muchas mujeres se preguntan: «¿Si estoy enferma puedo amamantar?» Es una duda completamente válida, y la buena noticia es que, en la mayoría de los casos, sí, si la madre está enferma puede amamantar, incluso si no te sientes bien.

Enfermedades comunes y lactancia

Gripes, resfriados, infecciones leves… son situaciones que pueden presentarse durante la etapa de lactancia. La mayoría de estas enfermedades no requieren interrumpir la lactancia, ya que el cuerpo de la madre produce anticuerpos que pasan a través de la leche materna, ayudando a proteger al recién nacido.

Es más, dejar de amamantar durante una enfermedad común puede ser contraproducente. La producción de leche podría disminuir si no se mantiene el estímulo regular del pecho. Además, el contacto piel con piel, el consuelo y la nutrición que se brinda al bebé durante la lactancia es fundamental, especialmente si mamá está enferma y necesita descansar junto a su pequeño.

¿Y si tengo fiebre?

Tener fiebre no es, por sí sola, una razón para dejar de amamantar. Muchas veces la fiebre es una respuesta del cuerpo a una infección viral o bacteriana, y no afecta a la calidad ni el suministro de leche. Si te preguntas: «¿Si la madre está enferma puede producir leche materna?», la respuesta es sí. La leche sigue siendo segura y beneficiosa para tu bebé.

Eso sí, es importante cuidarte, hidratarte bien y descansar lo más posible. Si te sientes demasiado débil para sostener a tu bebé, podrías considerar extraer la leche y pedir ayuda a alguien cercano para alimentar a tu bebé mientras tú te recuperas.

Tomando medicamentos y lactancia

Uno de los miedos más frecuentes cuando estás enferma es el uso de medicamentos. Muchas madres se preocupan pensando que si están tomando medicamentos, deben suspender la lactancia. La verdad es que la mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia materna exclusiva, aunque siempre es recomendable consultarlo con tu médico de cabecera.

Existen recursos al alcance de los profesionales que pueden verificar si un medicamento es seguro para una madre lactante. Nunca dejes de tomar un tratamiento sin orientación médica por miedo a afectar a tu bebé. En caso de cualquier duda, por favor, consulta con tu profesional de confianza.

Casos donde sí se debe interrumpir temporalmente la LM

Aunque no es común, hay enfermedades graves o tratamientos específicos (como ciertos tipos de quimioterapia o infecciones muy contagiosas) donde podría ser necesario interrumpir la lactancia por un tiempo. En estos casos, lo mejor es contar con el apoyo de un especialista en lactancia o un profesional de la salud que te oriente.

Si te indican hacer una pausa, puedes extraerte la leche regularmente para mantener tu producción de leche y poder seguir amamantando cuando sea seguro. Además, esto ayuda a evitar la congestión mamaria y el riesgo de mastitis.

¿Y el recién nacido?

Cuando una madre está enferma, una de sus mayores preocupaciones es el impacto que esto puede tener en su recién nacido. Pero lejos de ser un riesgo, amamantar a tu bebé mientras estás enferma suele ser una forma de fortalecer su sistema inmunológico. La leche materna se adapta a las necesidades del bebé y contiene defensas naturales que lo protegen.

Recuerda, tu cuerpo está haciendo algo asombroso: crea el alimento perfecto para tu hijo, incluso cuando tú estás atravesando una enfermedad. O cuando él está enfermo. La mamá recoge muestras de los virus con cada beso y crea anticuerpos para protegerle, ¿lo sabías?

si-estoy-enferma-puedo-amamantar

Consejos para madres lactantes enfermas

  • Lávate bien las manos antes de tocar a tu bebé o extraerte leche.
  • Usa mascarilla si tienes síntomas respiratorios.
  • Mantente bien hidratada y come lo que tu cuerpo te permita.
  • Descansa lo máximo posible, pide ayuda a tu red de apoyo.
  • Consulta siempre con un profesional de salud si tienes dudas.

No estás sola

Ser una madre lactante implica muchas emociones, y sentirse enferma puede traer preocupación, culpa o confusión. No te exijas más de la cuenta. Escucha a tu cuerpo, cuídate y busca apoyo. Muchas veces, seguir dando el pecho también te reconfortará emocionalmente, ya que el vínculo con tu bebé se mantiene fuerte y cercano.

Tu salud y la lactancia pueden convivir

Volviendo a la pregunta inicial: ¿Si estoy enferma puedo amamantar? En la mayoría de los casos, sí. Tu leche sigue siendo un regalo de salud para tu bebé, aún cuando tú estés pasando por un mal momento. La lactancia materna no sólo alimenta, también protege, consuela y fortalece el lazo único entre madre e hijo. Confía en tu cuerpo, apóyate en profesionales y recuerda: esta etapa también pasará, y tú lo estás haciendo bien.

En Amarsupiel sabemos lo importante que es el vínculo madre-bebé, especialmente durante los momentos de mayor vulnerabilidad. Por eso, acompañamos tu maternidad con productos pensados para facilitar el porteo y el bienestar de tu bebé. Si estás pasando por una enfermedad leve, recuerda que seguir amamantando puede ser una fuente de bienestar tanto para ti como para tu bebé.