Los menores de 4 años son especialmente sensibles a las altas temperaturas.
Los recién nacidos no son capaces de regular bien la temperatura. De ahí que debamos tener especial cuidado no pasen frío o demasiado calor. Siempre se ha dicho que los primeros meses a los bebés hay que abrigarles con una capita más de lo que tu llevas puesto. La mejor manera de saber si tienen frío o calor es tocarles las manitas, los pies o la nuca.
Por su parte, el resto de los bebés tienen a sentir el mismo calor que los adultos, pero su gestión de éste no es igual que sus mayores. Uno de los grupos más perjudicados por las altas temperaturas son los menores de 4 años. ¿Y esto a qué se debe? Te lo contamos a continuación.
El volumen corporal de los bebés tiene mucho que ver en cómo perciben el calor. Éste es notablemente inferior al del adulto por tanto su cuerpo aumenta de temperatura más rápidamente que las personas adultas. Por eso, los menores de 4 años son un colectivo vulnerable al calor.
A esto hay que añadirle que los bebés son más propensos a perder fluidos corporales (transpiran mucho más que los adultos) y lo hacen también más rápidamente. De ahí que puedan deshidratarse con mayor facilidad que sus mayores y tengan más riesgo de sufrir golpes de calor. ¿Sabías que los bebés sudan por la cabeza?
En este artículo te explicamos cómo afecta el calor a los bebés y qué medidas debes seguir para prevenir golpes de calor.
Síntomas del calor en los bebés
Durante los meses más calurosos del año, hay que prestar especial atención a los cuidados del bebé. La sobreexposición solar, el exceso de ejercicio o la falta de hidratación pueden acarrear diversos y numerosos problemas de salud en los más pequeños. Presta atención a los siguientes síntomas para detectar si tu bebé puede estar sufriendo un golpe de calor:
• Deshidratación
• Sarpullidos en la piel
• Agotamiento
• Hinchazón de las manos, pies o tobillos
• Desmayos o golpes de calor
• Dificultad para respirar
• Fiebre
• Quemaduras en la piel
Cuidados del bebé en los meses más calurosos
Para evitar esto es muy importante tomar una serie de medidas muy en serio.
En primer lugar se recomienda evitar la exposición solar prolongada o al calor extremo. Su piel es muy sensible y podría quemarse con mucha facilidad.
Como hemos dicho en numerosas ocasiones, es importantísimo evitar salir a la calle (extensible a la playa, parque, montaña…) las horas de más calor del día o realizar actividades al aire libre durante un periodo de tiempo prolongado. Si vas a ir a la playa y/o piscina es importante hacerlo antes de las 11 horas y/o a partir de las 18 horas. Aplica siempre crema solar por todo del cuerpo de un factor elevado antes de salir de casa y ponles siempre gorro. Aunque vayáis sólo a dar un paseo corto.
Otro aspecto de vital importancia es la hidratación. Se recomienda ofrecer con mucha asiduidad el pecho (si es lactante) o agua a los más pequeños, especialmente si están realizando algún tipo de actividad física. Su hidratación no sólo se depende de la cantidad de líquidos ingeridos si no de llevar una alimentación basada en frutas y verduras.
Por otro lado, es muy importante mantener al bebé en un lugar fresco, ventilado y con sombra. El uso del aire acondicionado no está contraindicado pero se recomienda si hace calor extremo hacer un uso responsable con una temperatura adecuada (entre 22 y 24 C) y no exponer al bebé justo delante del aparato de AC. Tampoco justo delante del ventilador.
Otros consejos para evitar exceso de calor
• Llévale con ropa ligera, tejidos transpirables (algodón) y, preferiblemente, colores claros.
• Evita abrigarle en exceso (incluso por la noche) porque le podría provocar irritaciones en la piel.
• Si vas a portearle, vístete y vístele con prendas muy ligeras y fresquitas y opta por un portabebés fresco como la bandolera de rejilla y/o de muselina. Si hace mucho calor, es preferible llevar al bebé solo con el pañal mientras se le esté porteando.
Es importante fijarse en el estado anímico del bebé. En los días más calurosos los pequeños suelen estar mucho más irritables, les cuesta mucho dormir (y descansar) e incluso su apetito disminuye. Si le ves especialmente alicaído, consulta con su pediatra.
Porteo en verano
¿En verano se puede portear? Es una de las preguntas que más nos hacéis. Sí, ¡en verano también se puede portear!. Es importante tener en cuenta varios factores: el tipo de tejido del portabebés y la ropa que lleva el bebé, por ejemplo.
Busca siempre portabebés con tejidos orgánicos que sean transpirables y ligeros. Y recuerda no abrigarles en exceso si los vais a portear. Si hace calor extremo, pueden ir solamente con el pañal protegiéndoles bien la piel.
En nuestra tienda online encontrarás portabebés ligeros y frescos ideales para esta época del año. Un ejemplo de ello son las bandoleras de rejilla y/o muselina. Sus tejidos dejan transpirar muy bien. Para lo más chiquitines (bebés hasta 9 kilos) una buena opción es el fular elástico de bambú, extrasuave y ligero.
Para el momento de baño en piscina y/o playa disponéis de las bandoleras de agua y los fulares de agua, confeccionados con un tejido técnico de secado ultrarápido.
Si tienes dudas sobre qué portabebés elegir, ¡escribirnos: estaremos encantadas de asesoraros! Además, tenéis a vuestra disposición en la web un servicio de asesoramiento de nuestra fisioterapeuta pediátrica experta en porteo.
¿Te han resultado útiles estos consejos para que no pasen calor los bebés? ¿Tienes alguno más? Escríbenos por redes, te leemos 😉