¡Felicidades, ha llegado el momento de traer a tu bebé al mundo! Desde el momento en que nace el bebé, los cuidados que necesitan son muy importantes. Uno de los aspectos que requiere mayor atención es el cuidado del cordón umbilical del recién nacido y la zona del ombligo. Pero, ¿cómo saber si el ombligo de mi bebé está bien?

 

Repasemos. El ombligo es precisamente la cicatriz que se forma después del corte del cordón umbilical, que es la estructura que conectaba al feto en desarrollo con la placenta de la madre en el útero. Durante el embarazo, el cordón umbilical proporcionaba al feto los nutrientes y el oxígeno que necesitaba para crecer y desarrollarse. Después del nacimiento, el cordón umbilical se corta y se deja una pequeña porción que se seca y cae eventualmente, dejando una cicatriz en la piel que se conoce como ombligo.

 

Además de ser un recordatorio de nuestro nacimiento, también tiene una función importante en la salud del cuerpo. El ombligo es un punto de entrada para muchos vasos sanguíneos que conectan al bebé con la madre durante el embarazo, y algunos de estos vasos pueden persistir después del nacimiento. En algunos casos, estos vasos pueden causar problemas de salud, como hernias o infecciones, por lo que es importante mantener el ombligo limpio y protegido adecuadamente. ¿Cómo saber si el ombligo del bebé está bien?

 

Cuando nace el bebé, se corta el cordón umbilical, quedando un muñón que es necesario cuidar hasta que se caiga por sí solo. Durante los primeros días, es importante mantener la zona limpia y seca para prevenir infecciones. En general, el cordón umbilical se seca y cae por sí solo en aproximadamente una o dos semanas.

Revisa frecuentemente el muñón y la base del cordón umbilical

Mientras tanto, es esencial mantener la zona del ombligo del bebé limpia y seca. Asegúrate de cambiar el pañal con frecuencia y no cubrir el muñón del cordón umbilical con el pañal. Es tan sencillo como colocarlo un poco más abajo y si hace falta doblarlo un poco. Si en algún momento en la zona, ves o notas algún líquido amarillento o cualquier otro signo de infección, acude al pediatra.

 

También es importante prestar atención a la base del cordón umbilical. Si notas algún enrojecimiento, hinchazón o secreción, esto puede ser una señal de una infección o una hernia umbilical, una protuberancia que se forma en la zona del ombligo. En algunos casos, puede formarse un granuloma umbilical, una protuberancia húmeda y roja en la zona del ombligo, que también requiere atención médica. Esta es la manera de saber si el ombligo está bien.

Otros consejos para cuidar del ombligo del bebé

 

Es fundamental mantener el cuidado del cordón umbilical del bebé y la zona del ombligo después de la caída del cordón. Al bañar al bebé, es recomendable hacer baños con jabón neutro o incluso avena y evitar que el área se sumerja esta parte mucho tiempo en el agua. Al salir se debe secar bien y dejar al aire el mayor tiempo posible ya que esto le ayudará a prevenir infecciones.

 

En resumen, el cuidado del cordón umbilical y la zona del ombligo del bebé son importantes para prevenir infecciones y complicaciones. Asegúrate de mantener la zona limpia y seca, acude al pediatra si notas algún signo de infección y sigue cuidando la zona después de la caída del cordón. Con estos sencillos cuidados, tu bebé estará protegido y no tendrá ningún problema asociado. Pronto se desprenderá por su cuenta y lucirá un ombligo monísimo 😉

 

Por último, os contamos dos curiosidades acerca del ombligo:

 

En la antigua Grecia y Roma, se creía que el ombligo era el centro del cuerpo y la fuente de la vida. Y es que, el ombligo también tiene una importancia cultural en algunas partes del mundo. Por ejemplo, en India, el ombligo se considera un punto de energía importante en el cuerpo, y se cree que masajearlo puede tener beneficios para la salud.

 

Otros temas interesantes en esta etapa, suelen ser: Como descongestionarles la nariz , Cómo cuidar y tratar la dermatitis del pañal o cómo portear.

 Lo harás genial 🙂