No es lo mismo el «baby blues» que la depresión posparto
La llegada de un bebé conlleva muchos cambios físicos y emocionales que se traducen en una montaña rusa de sentimientos: amor, alegría, ilusión, frustración, miedo y nerviosismo… Todos estos cambios pueden derivar en una depresión.
Dos o tres días después de dar a luz, son comunes los sentimientos de depresión y ansiedad especialmente en madres primerizas. También es normal tener cambios de humor, altibajos, episodios de llanto, dificultad para dormir o dudas sobre tu capacidad de cuidar al bebé. Esto, que se conoce como el «baby blue» o depresión posparto leve, puede llegar a durar hasta 15 días.
Sin embargo, para muchas mujeres, estos sentimientos se imponen al resto, son más intensos y prevalecen más allá de este período de tiempo. Es entonces cuando podríamos estar de depresión posparto. La prevalencia estimada de la depresión posparto es incierta, aunque las estimaciones de prevalencia oscilan entre el 13% y el 19%.
¿Qué es la depresión posparto o posnatal?
La depresión post-parto o posnatal va más allá de una “simple” melancolía o un sentimiento de tristeza que se siente después del parto. Suele aparecer entre dos y ocho semanas después de dar a luz, pero puede darse hasta un año después del nacimiento del bebé. Los primeros seis meses después del parto se consideran de alto riesgo de depresión. Con un buen apoyo de la familia y los amigos, estos sentimientos suelen desaparecer en unas dos semanas sin necesidad de tratamiento.
Se trata de problema de salud mental común y grave que se asocia con el sufrimiento materno con inevitables consecuencias para los bebés. La ansiedad intensa es una característica común de la depresión posparto. Muchas mujeres están tan preocupadas por sus hijos que eso les impide disfrutar de su bebé y de su vida. La depresión posparto puede dificultar el cuidado de una misma y el del pequeño.
Durante la pandemia, la depresión postparto se vio más acentuada al no poder contar con la ayuda familiar en las primeras semanas de vida. Y es que tener una buena red de apoyo es crucial para afrontar la crianza.
Causas de la depresión después del embarazo
Existen una serie de factores que pueden estar involucrados en la depresión posparto como, por ejemplo, la susceptibilidad genética y los cambios hormonales.
Los cambios hormonales durante y después del embarazo (como en los niveles de progesterona, estrógeno) afectan al ánimo de la mujer y son una de las causas de la depresión postparto. Sin embargo no es la única, existen otros muchos factores que pueden provocar esos sentimientos, tales como cansancio o agotamiento, las dificultades con la lactancia y otras complicaciones posparto. Todos estos cambios pueden derivar depresión:
- Falta de sueño.
- Cambios en el cuerpo durante embarazo y el parto.
- Cambios en las relaciones laborales y sociales.
- Tener menos tiempo y libertad para sí misma.
- Preocupaciones acerca de su capacidad para ser una buena madre.
- Baja autoestima.
- Estrés.
Factores que aumentan las probabilidades de experimentar depresión posparto:
- Embarazo no planeado.
- Si has sufrido antes: depresión, trastorno bipolar o un trastorno de ansiedad.
- Si has vivido un hecho estresante durante el embarazo o el parto.
- Si la relación con tu pareja no pasa por su mejor momento.
- Si tienes poco apoyo de la familia, de los amigos o tu pareja.
- Antecedentes familiares de depresión.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión posparto?
Antes de entrar en materia, cabe destacar que los síntomas de la depresión posnatal son muy similares a los de la depresión. Algunos de ellos son: dificultad para dormir, agobio, llanto persistente…La falta de lazos afectivos con el bebé y las dudas sobre la capacidad para cuidar de si misma y del pequeño, también son síntomas de este tipo de depresión. A continuación enumeramos los más comunes:
- Tristeza profunda
- Irritación
- Inquietud
- Ser incapaz de disfrutar de las cosas que normalmente te hacen feliz
- Cansancio o pérdida de energía
- Déficit de concentración
- Baja autoestima
- Alteraciones del sueño
- Sentimiento de culpa
- Cambios en el apetito
- Desbordamiento
Una madre con depresión posparto también puede presentar los siguientes síntomas:
- Preocuparse en exceso por el bebé o tener poco interés en él.
- Tener sentimientos negativos hacia el bebé o incluso pensar en hacerle daño (aunque estos raramente suceden).
- Sientes que no eres buena madre.
- Tienes un sentimiento de arrepentimiento de haber sido madre.
- No sientes un vínculo o conexión con tu bebé.
- Todo el tiempo te sientes triste y no puedes salir de ese estado.
- Tienes miedo de quedarte a solas con tu bebé.
- Aislamiento social.
- Cambios muy exagerados de humor.
Dicho esto, no todas las mujeres presentan los mismos síntomas y es posible que no se den todos al mismo tiempo. Tampoco existe un único “examen” para diagnosticar la depresión posparto. El diagnóstico se basa en los síntomas que acabamos de enumerar. Si tienes dudas, por favor, consulta con un profesional.
¿Se puede “prevenir” la depresión posparto?
Tal y como hemos comentado, intervienen muchos factores (genéticos, hormonales y circunstanciales) y no todos son controlables. Sin embargo, si tenemos o creamos una buena red de apoyo y aprendemos a gestionar el estrés, tenemos un buen camino andado contra la depresión o la gravedad de ésta. Aunque no significa forzosamente que no podamos padecerla.
Hay una serie de prácticas que también pueden contribuir a minimizar los síntomas de la depresión o la gravedad de ésta. Antes de dar a luz, contacta con tus seres más queridos y explícales cómo te gustaría que te ayudaran una vez nazca el bebé. Este simple hecho puede facilitar mucho las cosas cuando llegue el momento de la “verdad”. Practicar el contacto piel con piel con tu recién nacido disminuye las posibilidades de padecer depresión.
Otra cosa muy importante es que te cuides y te trates bien: que duermas lo que necesites, te alimentes correctamente y te dediques tiempo para hacer tus cosas. Sé amable contigo misma y pide ayuda siempre que lo necesites.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
Si alguno de tus síntomas empeora pasadas dos semanas, o bien dura más tiempo es recomendable que busques ayuda profesional. Es conveniente que recurras a un especialista de inmediato si tienes pensamientos de hacerte daño o al bebé. También ayuda mucho hablar con mujeres que han pasado por lo mismo. Existen grupos de apoyo que pueden resultar muy útiles.
La depresión postparto no tratada puede tener consecuencias negativas a corto y largo plazo tanto para la madre como para el bebé. Cuando las mamás tiene en depresión, son menos capaces de cuidarse a sí mismas, y a sus hijos. Esto, además, puede causar problemas emocionales y de desarrollo para los pequeños. Un ejemplo de ello es desarrollar apegos inseguros con la madre, lo que puede llevar a retrasos en el desarrollo, irritabilidad, problemas emocionales y alteraciones en el sueño.
En resumen, escúchate, rodéate de personas que te quieran, pide ayuda y si estás desbordada y los síntomas no desaparecen, busca atención médica.