Mantener relaciones sexuales durante el embarazo es muy recomendable a todos los niveles.

Físico, por la oxigenación. la practica de ejercicio y trabajo pélvico; Y emocional y psicológica ya que aumenta la autoestima, la sensación de bienestar y es una vía de escape maravillosa para el estrés y una compensación al ritmo frenético del día a día.

Durante el embarazo el deseo sexual puede variar según las semanas de gestación. Durante el primer trimestre, debido a las náuseas, cansancio o malestar, es nromal que el deseo sexual disminuya, incluso en la recta final también se puede complicar.

En ocasiones puede aparecer miedo a hacer daño al bebé  durante el coito aunque se puede practicar sexo de forma segura durante todo el embarazo siempre y cuando no haya una indicación contraria por parte del especialista. Además no existe sólo el coito, también hay otras opciones como el sexo oral, las caricias etc. Una visita a la matrona puede aclarar todas tus dudas.

Los cambios hormonales que sufre el organismo femenino durante el embarazo, pueden tener una cierta incidencia en el deseo sexual, ya que la zona se encuentra más vascularizada. El aumento de flujo sanguíneo en la región pélvica puede producir la sensación de una mayor excitación e incluso se pueden lograr orgasmos mucho más intensos. Durante el orgasmo el úterose contrae ritimicamente y al aumentar su volumen junto con la ayuda de la progesterona y el estrógeno el aumento del placer sexual puede ser mucho mayor y por lo tanto el clímax puede ser mucho más intenso y duradero.

El bebé no tiene conciencia sobre lo que está pasando pero sí se le transmite a nivel energético y hormonal una sensación de bienestar provocada por las riadas de endorfinas que se generan durante las relaciones sexuales siendo por tanto un gran beneficio también para el bebé. Muy recomendables.

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