“¿No te duele la espalda de portear?”, es una pregunta habitual a la que nos enfrentamos los porteadores. No, el porteo seguro y ergonómico no duele, es más, debería ser cómodo. Es evidente que portear tiene un impacto sobre el cuerpo, en concreto, en el sistema musculoesquelético. Sin embargo, hacerlo de manera segura y con un portabebés adecuado minimiza notablemente este impacto en el cuerpo. Cargar al niño en brazos sin la ayuda de un portabebés no solo es más incómodo si no que el impacto en el cuerpo del porteador es mucho mayor.

Es más, los portabebés ergonómicos colocados de manera correcta cuidan la espalda del porteador debido a que refuerza la musculatura (de la espalda y de la zona abdominal) y nos ayuda a colocar la espalda de forma correctamente alineada. Portear desde el nacimiento fortalece la espalda de manera gradual y la prepara para esfuerzos mayores conforme el bebé va cogiendo peso.

Consejos para practicar un porteo seguro y cómodo

* Aprender a portear y a utilizar tu portabebés adecuadamente

* Elegir un portabebés ergonómico (que reparta bien el peso del bebé)

* Buscar posturas que resulten naturales y cómodas

* El tamaño y la estatura del pequeño también se deben tener en cuenta a la hora de elegir una postura.

* En general el cuerpo está mejor preparado para portear más peso a la espalda que delante, pero no hay que olvidar las condiciones personales.

* Cuidar la postura al colocar el niño: manteniendo la espalda recta, flexionar las rodillas nunca doblando la cintura

* Poner al niño a la altura adecuada (su trasero debe situarse entre el ombligo del portear y unos cuatro centímetro arriba) y la tensión adecuada (que el niño no se separe del cuerpo del porteador).

* Pedir la colaboración del niño para subir y bajar cuando éste sea más mayor.

* Si se empieza a portear cuando el niño tiene ya cierto peso, es preferible hacerlo poco a poco por períodos máximos de 20 minutos para irse acostumbrado.

* Escuchar al cuerpo, descansar y evitar sobreesfuerzos

 

Portear no cansa

Otro de los mitos del porteo reside en que portear cansa, algo que no se ajusta del todo a la realidad. Llevar a un pequeño en brazos es mucho más cansado que transportarlo en un portabebés ergonómico y hacerlo de una forma segura. Usando un portabebés adecuado el peso del bebé se reparte en distintas partes del cuerpo: hay portabebés simétricos que reparten el peso en la espalda, los hombros y la cadera, otros asimétricos en los que el peso recae en un hombro. Una vez más insistimos en la importancia de elegir un portabebés adecuado a las necesidades del porteador y del niño.

En resumen, portear no debe doler si se hace con el producto adecuado y si se coloca correctamente. Si sientes molestias al portear, que suelen aparecer en las cervicales y las lumbares, consulta a una experta quizá no se esté colocando bien el portabebés o no se haya elegido el adecuado.

Por último, cabe recordar que no sólo el porteo impacta en el cuerpo, también lo hacen otras prácticas cotidianas, como usar un calzado inadecuado, la postura que adoptamos delante del ordenador para trabajar o a la hora de bañar a los pequeños. Hay que cuidar la higiene postural y así se podrá disfrutar del porteo de manera segura.

*Foto de la mochila Amarsupiel de www.metodocaguro.com.