El descanso es clave para nuestro organismo. Entre otras cosas, el sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para regenerarse. Si es importante dormir bien para los adultos, para los niños es vital. Su desgaste físico es mucho mayor y necesitan de este descanso para desarrollarse. En resumen, necesitamos dormir para estar sanos. ¡Y los bebés todavía más!

Además, en los primeros años de vida, las horas de sueño son muchas más que en un adulto. Por lo tanto, es fundamental elegir bien el lugar dónde dormir. Si hay un bebé que duerme bien, hay una familia que descansa. Para poder tomar la mejor decisión antes deben conocerse los distintos tipos de cunas para bebés que existen en el mercado.

Consejos para elegir la mejor cuna para que descanse tu bebé

La cuna es, sin duda, uno de los elementos más importantes que se van a comprar ante la llegada de un recién nacido. Será uno de los elementos que más use tu pequeño y qué más incidirá en su calidad de vida. ¿Cómo elegir la adecuada?

La elección de una cuna es primordial para asegurar su descanso y bienestar. Hay mucho en juego: la salud del bebé es lo que más importa. Por tanto, elegir bien puede ser trascendental, no sólo para el bebé si no para la familia entera. Los papás que ya han pasado por esto, saben que no es una decisión sencilla y que en el mercado pueden encontrar un sinfín de opciones.

Es importante encontrar una cuna que cumpla con todos los requisitos y se adapte a las necesidades del recién nacido y su familia a medio largo plazo. No se trata de buscar la “mejor” cuna del mercado, hay que encontrar la más adecuada para tu pequeño y para ti. No hay una mejor cuna, sólo la más adecuada para vosotros.

¿Cómo debe ser una cuna de bebé?

La cuna debe ser confortable y seguro pero, además, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos.

Seguridad. Que cumpla con las normas de seguridad sin materiales tóxicos; no debe tener astillas, bordes puntiagudos ni tornillos sueltos.

Tamaño. Debe ser el adecuado para las necesidades del bebé.

Comodidad. Que tenga un buen somier y un buen colchón (de grosor adecuado).

Material y calidad. Que disponga de cantos de la cuna redondeados

Vida útil. Es necesario tener en cuenta el crecimiento del bebé y las dimensiones que necesitará, para hacer una compra rentable y duradera.

Precio.

La cuna debe medir, al menos, 20 centímetros más de largo de lo que mide el bebé y tener una anchura mínima de 60 cm para garantizar la comodidad de éste. la medida estándar suele ser de 120 cm de largo.

En cuanto al somier, es importante que sea firme. La comodidad también recae en el tipo de colchón que se utilice. No por que un colchón sea más grueso significa que sea más cómodo. Hay que buscar el grosor adecuado para que evitar que se hunda con el peso pero que resulte cómodo y confortable a su delicado cuerpecito. Por ello, es importante que no sea ni muy fino ni muy grueso. Los expertos recomiendan entre 6 y 12 cm, pero esta es solo una medida a modo de orientación.

Si a todo esto le podemos sumar que los cantos de la cuna sean lo más redondeados posible, mucho mejor. Eso evitará que el pequeño se pueda hacer daño conforme vaya creciendo y poniéndose de pie en la cuna.

Tipos de cunas

Una vez que conocemos los elementos claves, vamos a echar un vistazo a las opciones que tenemos. Cada etapa del crecimiento presenta unas exigencias concretas y aquí surgen las dudas: ¿qué tipo de cuna escoger? ¿Cuál será la más adecuada?

Existen una amplia gama de modelos, diseños y formas para cualquier tipo de neonato. Es importante destacar que cada familia tiene sus propias rutinas y la elección de la cuna debe basarse en ellas.

1. Cuna colecho

Este modelo es perfecto para las primeras semanas del niño. Puede ajustarse de diferentes formas (altura e inclinación) y tienen patas articuladas. La mayoría de este tipo de cunas disponen de una parte desmontable para unirla  a la cama de los progenitores mediante un sistema de sujeción. Es decir, se acopla a la estructura de la cama de los padres.

Su gran ventaja es la proximidad con el bebé, ya que con solo estirar el brazo se puede establecer un contacto físico con él. El pequeño no pierde el contacto necesario con su madre y ella, por su parte,  no sacrifica la comodidad para su descanso. Eso evita tener que levantarse cuando llora, en el momento de la lactancia o cuando está inquieto. Además, el bebé cuenta con un espacio propio para que pueda moverse con libertad y sin riesgo de que le invadamos su espacio.

Sus características hacen de ésta una cuna ideal para atender al recién nacido. Otras de las ventajas es su pequeño tamaño. Las cunas colecho son de tamaño medio, dado que, justamente, están destinadas a bebés de pocos meses. Depende de la marca y el modelo podrá usarse más o menos meses (unos modelos pueden durar hasta los tres meses aproximadamente y otros hasta cerca de los 6 meses).  También puede usarse como una cuna normal.

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2. Cuna convertible

La opción más pragmática son las cunas convertibles ya que se adaptan al crecimiento del bebé.
Se trata de cunas con barandas y cabezales desmontables que se transforman en cama fácilmente. El bebé disfruta los primeros meses de su vida de una cuna convencional. La altura del somier también suele ser ajustable en altura: en modo cuna suelen tener un par de posiciones (más arriba cuando es muy bebé y abajo del todo cuando el niño empieza a poner de pie).

Cuando el pequeño está listo para dar el salto a la cama, con unos sencillos pasos la cuna se convierte en una cama de dimensiones pequeñas. Los diseños son muy variados. Generalmente se quitan las barandillas laterales y se dejan los cabezales.

 Sin duda una de las ventajas de este tipo de cunas es que ahorra dinero (y espacio en el trastero).

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3. Cuna de viaje o plegables

Las cunas de viaje son perfectas para aquellas familias viajeras. Son ligeras, plegables, flexibles y muy cómodas. Mucha gente las usa en su segunda residencia o lugar de vacaciones, ya que resultan mucho más fáciles de guardar y pueden ser utilizadas en cualquier lugar.

La mayoría de estas cunas también disponen de dos alturas y suelen tener ruedas, lo que permiten llevarlas de una habitación a otra sin necesidad de despertar al niño. Pueden servir también de “parque cuna” .

Una vez plegadas ocupan muy poco espacio. Además, suelen ser muy asequibles.

4. Cuna funcional

Suelen ser de madera, algo más grandes que las anteriores y, normalmente, algo más caras que los otros modelos.  Sin duda una de las ventajas de este tipo de cunas es que son muy duraderas. Además, resultan muy funcionales, ya que la mayoría vienen equipadas con cajones o pequeños estantes para guardar las cositas del bebé. Las hay que incluyen hasta un cambiados de madera a los pies de la cuna.

Actualmente en el mercado puedes encontrar mucha oferta en un rango de precios muy variado.

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5. Cuna convencional o clásica

Sin embargo, las cunas más vendidas siguen siendo las cunas convencionales. En este caso nos referimos a la típica cuna de madera con barrotes. Su principal beneficio es que tienen una vida útil larga. Además, son seguras y cómodas. La mayoría llevan ruedas, para poder desplazar la estructura con la máxima facilidad.

Como ves, son muchas las opciones en cuanto a tipos de cunas para bebés. Conocer bien las necesidades de tu familia te ayudará a tomar la mejor de las decisiones. ¡Suerte!