Te contamos cómo se contagia la bronquiolitis y sus síntomas
Por desgracia no existe una fórmula mágica para librarse de la bronquiolitis en bebés. Sin embargo, sí que existen una serie de medidas preventivas para evitar el contagio de esta enfermedad tan habitual en esta época del año.
Evitando factores de riesgo, minimizamos las posibilidades de contraer ésta u otras dolencias relacionadas con el aparato respiratorio.
En la medida de lo posible hay que intentar que los niños pequeños no se resfríen. Aunque es de todo menos sencillo. Muchas familias, por ejemplo, deciden retrasar el inicio de la guardería y/o centro infantil para evitar que contraigan este tipo de infecciones respiratorias.
A pesar de que estas medidas pueden ser efectivas no son infalibles. Y es que en esta época del año, los virus, la congestión nasal, el resfriado común, incluso, las gripes, están a la orden del día. ¡Si quieres saber más sobre esta afectación de las vías respiratorias, sigue leyendo que esto te interesa!
¿Qué es la bronquiolitis?
La bronquiolitis aguda es una enfermedad provocada por una infección en las vías respiratorias que, como su nombre indica, afecta a los bronquios y bronquiolos. Se produce por virus respiratorios y su origen son los resfriados comunes.
Se trata de una dolencia bastante habitual entre los más pequeños de la casa. En el caso de lactantes y bebés, al tener su sistema inmunitario más inmaduro, puede complicarse afectando también a sus pulmones.
Los síntomas de bronquiolitis en bebés son similares a un catarro común -mocos, fiebre- y suelen aparecen a los pocos días de coger el virus. Cuando éste llega a los bronquiolos, provoca tos y dificultad para respirar.
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la mitad de los bebés que han sufrido bronquiolitis son más sensibles a padecer nuevos virus respiratorios en un futuro. Este tipo de patologías son más habituales durante los primeros años de vida.
Pero, ¿cómo tratar la bronquiolitis? Si hablamos de un cuadro leve, podemos tratar esta enfermedad en casa siguiendo siempre las indicaciones médicas. El pediatra nos puede recomendar aspiraciones de la mucosidad, la aplicación de suero fisiológico para limpiar la nariz y/o nebulizaciones. No subministrar ningún medicamento ni tratamiento sin haber consultado antes con su pediatra.
En los cuadros más graves puede ser necesario ingresar al pequeño en un hospital para administrarle oxígeno. En España cada año ingresan alrededor de 14.000 menores de 12 meses por bronquiolitis. La temporada de más incidencia es de octubre a enero.
Diferencias entre bronquitis y bronquiolitis
La bronquitis es una infección de los bronquios más grandes. Suele estar causada por un virus o bien por una alergia.
Por su parte la bronquiolitis es una infección de los bronquiolos, causada por un virus que sólo afecta a lactantes y menores de dos años.
¿Cómo evitar el contagio?
Como hemos apuntado anteriormente, retrasar la guardería –en la medida de lo posible– puede ser una solución para evitar que enfermen tan pequeñitos. Sin embargo, hay bebés que no asisten a centros infantiles pero que sufren problemas en las vías respiratorias. Esto se debe, en la mayoría de los casos, a que tienen hermanos mayores que sí asisten a guarderías y/o colegios.
Cabe recordar que los lactantes tienen las defensas menos desarrolladas que el resto de personas, por lo que es muy importante extremar las precauciones para evitar el contagio de cualquier patología.
Otras recomendaciones:
Tener una buena higiene es esencial para evitar todo tipo de contagios. Para ello, es muy importante lavarse bien las manos y con mucha frecuencia.
El porteo puede ser tu gran aliado para calmar al bebé. Estar cerquita de su figura de apego le dará tranquilidad, seguridad. Y a ti te liberará las manos para atenderle de la mejor manera posible.
Es importante evitar recibir visitas de personas que están resfriadas. Si los cuidadores están enfermos, estos deben ponerse siempre mascarilla. Se recomienda el uso de pañuelos desechables y taparse la boca al estornudar con el antebrazo.
En Amarsupiel insistimos mucho en que no se debe besar ni tocar a los bebés -especialmente a los recién nacidos-. Lo que para los adultos puede significar un simple y leve catarro (o un virus asintomático), en un lactante puede complicarse notablemente. ¡No te la juegues!
Y es que toda precaución es poca para evitar que los bebés sufran de esta enfermedad tan común en menores de dos años.
Para ello, te recomendamos el uso del cobertor de porteo de Amarsupiel, para que cuando portees a tu bebé esté bien abrigado. Con este cobertor, contribuirás a tu bebé pueda mantener una buena temperatura corporal incluso en las épocas de frío. Igualmente, con el abrigo de porteo podrás abrigarte durante tu embarazo y, también, podrás usarlo como abrigo para portear a tu bebé.
