Cuando se está buscando un embarazo se suele observar todo con más detenimiento. El primer síntoma y el más evidente es la ausencia de menstruación. Un test de embarazo casero una analítica en tu centro de salud pueden confirmarlo. Antes de ello hay mujeres que pueden comenzar a sentirse «raras», y es que durante las primeras semanas de gestación el cuerpo de la mujer ya está haciendo un esfuerzo extra así que es normal sentirse con sensaciones distintas. Por ejemplo más cansada o con sensación de indigestión, pudiendo esto provocar también mareos o náuseas.

El embarazo provoca que el sentido del olfato se desarrolle rápidamente, pudiendo provocar aversión por ciertos alimentos u olores fuertes como pudieran ser determinados perfumes por los que antes no se tenía rechazo.

Las hormonas están revolucionadas y es normal sufrir cambios de humor y una mayor sensibilidad en los pechos. También aumenta el flujo vaginal blanquecino y se espesa. Un hecho que continuará durante los próximos 9 meses.

Muchas embarazadas sufren rinitis, que consiste en congestión nasal y dolor de cabeza. Una sensación muy parecida a la de un resfriado. No suele identificarse como un síntoma de embarazo pero sí lo es.

La distensión abdominal o la sensación de sentirse hinchada también puede ser uno de los primeros síntomas de embarazo y éste sin duda avanzará durante la gestación.

La detección precoz del embarazo, permite tomar medidas saludables a tiempo tanto para evitar el consumo de alcohol y otras sustancias nocivas, como para adecuar y mejorar la alimentación y la toma de ácido fólico y vitaminas si así lo determinase el médico de cabecera o ginecólogo. Todo con el fin de ofrecer lo mejor al bebé en camino.