Los bebés y los niños deben salir a dar paseos y al parque también durante los meses más fríos del año.

Con el cambio de hora, los días son todavía más cortos, sobre todo las tardes. Sin embargo, es importante que los bebés y los niños tengan actividades al aire libre cuando salgan del centro infantil o del cole. Los pequeños se pasan muchísimas horas “encerrados” en clase y, con este tiempo, es habitual que los días de lluvia y viento, no salgan ni al patio del colegio.

Si el tiempo no es adverso, nuestra recomendación es que los pequeños de la casa puedan disfrutar de ocio al aire libre después de las horas lectivas.

A continuación os explicamos por qué es importante pasear a los bebés durante todo el año.

¿Por qué es tan buen pasear con bebés?

Uno de los principales motivos para fomentar dar paseos es por salud. Sí, sí como lo oyes. La exposición al sol (con todas las precauciones) es saludable.  Y es que la vitamina D es fundamental para el correcto desarrollo del bebé. Hablamos, concretamente, de su crecimiento óseo y la adecuada mineralización de los huesos.

Basta con 10 minutos diarios de exposición solar para que tu cuerpo asimile la cantidad de vitamina D que necesita. Con esto queremos decir que no hace falta que planifiques largos paseos, lo importante es salir cada día un ratito. Y si puede ser, un paseíto por la mañana y otro por la tarde, mucho mejor.

Estar expuesto a los rayos del sol también es terapéutico: ayuda a reducir la ansiedad y eleva, considerablemente, el estado de ánimo.

Por si eso fuera poco, los niños, desde bien pequeños, tienen “hambre” de conocimiento y de experiencias. Los paseos ofrecen infinitas oportunidades de aprendizaje en un mundo lleno de estímulos. ¡Hay tanto por descubrir allí fuera!

Los paseos al aire libre estimulan todos los sentidos de los pequeños: sonidos, colores, texturas. Esta diversidad sensorial contribuye a un correcto desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños de la casa. Además, son una excelente oportunidad para que estos exploren el medio y para que interactúen con otra gente: vecinos, niños en el parque. Puede parecer que estas interacciones tan tempranas no suponen ningún cambio, sin embargo, son muy importantes para el desarrollo de sus habilidades sociales y emocionales.

Es muy importante ir hablando a los pequeños en todo momento. Contarles qué ves, de qué color es; así les estimulará también la parte del lenguaje.  Se familiarizaran con un vocabulario más extenso y comprenderán mejor el mundo que les rodea. Podríamos decir que todo esto fomenta la curiosidad y promueven hábitos de vida activos y, por tanto, saludables.

Si, además, puedes pasear en plena naturaleza, los beneficios se multiplican exponencialmente. Y es que ésta es una fuente inagotable de maravillas y enseñanzas. Esta conexión temprana con la naturaleza hará que tengan más interés por cuidar nuestro planeta.

Paseos también en otoño e invierno

Si pasear a tu bebé tiene tantos beneficios, ¿por qué no hacerlo siempre? Si bien es cierto que hay épocas del año en las que apetece más ir de paseo (en primavera, por ejemplo), lo ideal es hacerlo independientemente de la estación en la que estemos.

Para que la experiencia sea lo más gratificante posible, ajusta la hora del paseo y su duración a la época del año y la temperatura que haga. Por ejemplo, en pleno agosto se recomienda evitar las horas centrales del día para hacer cualquier tipo de actividad al aire libre. También aplica a dar paseos por la calle. Si vas a salir, hazlo a primera hora del día o bien a última de la tarde para evitar insolaciones o excesivo calor.

Por el contrario, cuando el frío empieza a apretar, lo mejor es salir a dar paseos al medio día que es cuando el sol calienta más. Si tanto el bebé como tú vais bien abrigados podéis pasear sin temor alguno a resfriaros.

¿Cómo dar paseos en invierno sin enfermar?

En esta época del año, una de las principales preocupaciones de los padres es que sus hijos se constipen y/o enfermen. Los bruscos cambios de temperatura, la diferencia de grados entre interiores y exteriores, hacen que estemos mucho más expuestos a los resfriados.

También los virus circulan libremente y sin medida en esta época del año. Especialmente lo hacen en los interiores (colegios, restaurantes, etc.); de allí que estar al aire libre sea una buena idea.

Sin embargo, es muy importante adecuarse a las condiciones climatológicas de cada momento. Abrígate en función del plan que vayas a hacer y de la temperatura exterior.

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¿Cómo vestir al bebés para pasear en los carritos o sillitas de paseo?

Para minimizar los riesgos de coger frío es importante seguir una serie de pautas. Para empezar, no es bueno ni abrigar en exceso al pequeño ni ponerle poca ropa. Lo ideal es vestirle con varias capas.

En lugar de vestir al pequeño con un body y un jersey grueso, es preferible ponerle un body, una camiseta de manga larga, un jersey más fino y una cazadora, por ejemplo. Así podremos ir jugando con su vestimenta y evitaremos que el bebé pase tanto frío como calor.

Recuerda que parte del calor se pierde por la cabecita, por tanto, es recomendable el uso de gorros para salir a la calle. Comprobar siempre que éste no apriete al bebé.

Si bien es cierto que no se recomienda el uso de calcetines y mucho menos de zapatos para bebés que todavía no caminan en la época estival; sí es conveniente usar calcetines en otoño e invierno. El uso de guantes puede estar recomendado si hace excesivo frío. Asegúrate también de que los riñones y el cuello no queden al descubierto.

Para no pasar frío en el carrito, os recomendamos usar el cobertor universal de Amarsupiel. Con un sencillo mecanismo acopla esta prenda y se convertirá en un elegante y calentito saco para la sillita.

¿Cómo vestir a mi bebé si voy a portearlo?

Si tu bebé no es muy fan de los paseos en sillitas y/o cochecitos de paseo, tranquila,  también puedes pasearle mientras le porteas.

El porteo tienen incontables beneficios para tu bebé y para ti. El contacto directo con su cuidador permite al bebé regular mejor su temperatura corporal. Esto resulta muy conveniente especialmente en esta época del año. Y es que como siempre decimos: ¡no hay nada como el calor humano! Además, ser porteado aporta seguridad, confort y promueve un apego seguro.

Para que la experiencia sea muy cómoda lo mejor es usar un portabebés ergonómico como una Mochila o Mei  Tai y un abrigo de porteo y/o un cobertor. Se trata de dos prendas pensadas y diseñadas para un porteo más cómodo, seguro y calentito.

Tanto si vas a portearlo como si lo llevas en una sillita o carrito de paseo, es preferible no usar buzos ni prendas excesivamente gruesas que puedan agobiar al pequeño.  Lo dicho, mejor vestirse como una cebolla.

En resumen, pasear a tu bebé (ya sea en sillita o en tu portabebés) le aporta muchos beneficios. Podríamos decir que es una inversión para su desarrollo cognitivo, emocional y social. Así, que a pasear aunque haga frío 😉