Para tener una experiencia divertida en el agua es importante que el bebé tenga todas sus necesidades cubiertas

Estamos casi en el ecuador del verano y el calor sigue apretando. La mejor manera para pasarlo es estar de vacaciones y, a poder ser, en remojo. Si tienes un bebé en la familia no siempre es fácil disfrutar de una agradable tarde en la piscina. A continuación, te vamos a dar una serie de tips que pueden ayudarte a que ésta sea una buena experiencia.

Antes de entrar en materia, aprovechamos para recordar que muchos pediatras recomiendan que los menores de 6 meses no se bañen ni en la playa ni en la piscina. Su piel es muy sensible y reactiva a las agresiones externas. El agua de las piscinas suele contener grandes cantidades de cloro que pueden irritarla y causar molestias. Las piscinas de sal están más indicadas para los niños que las de cloro. Además, si éstas están muy concurridas, pueden ser un campo para la proliferación de microorganismos.

Otro aspecto importante es recordar que la regulación térmica de los bebés es diferente a la de los adultos y hay un riesgo real a la hipotermia. Si los bebés son chiquitines se aconsejan baños cortos de 10 a 15 minutos.

Recomendaciones para disfrutar de la piscina con bebés

Más allá de los consejos generales de seguridad y de cuidado de la piel de los que ya hemos hablado largo y tendido en entradas anteriores, en este escenario cobran importancia detalles a tener en cuenta para que ésta sea una experiencia gratificante para toda la familia.

Nuestra mejor recomendación es armarte de paciencia y aprender a disfrutar de los momentos en familia. Los bebés dan mucho trabajo pero, sobre todo, dan muchas alegrías y sus primeras veces -aunque a veces sean caóticas- son muy especiales. No hace falta estar en la piscina 4 horas ni bañarse todo el tiempo: adáptate a las necesidades de tu pequeño.

La preparación es muy importante

Antes de bajar a la piscina, equípate con todo lo necesario y prepáralo con tiempo. Aparte de lo básico: pañales de agua, ropa fresquita, camisetas térmicas, toallas y toallitas no está  de más llevar algún juguete pequeño o cubo para jugar en el agua y tenerlo entretenido. No olvides tampoco algo de fruta fresca y agua.

Aprende de tu propia experiencia: si el primer día ha habido cosas que no has usado, no lo bajes el segundo día. Así evitaras ir cargando enseres que no necesitas.

Escucha a tu bebé

Es muy importante tener todas las necesidades básicas (comida, descanso e hidratación) del pequeño cubiertas antes de ir a la piscina. Si no ha descansado bien o tiene hambre es posible que esté irritable y no podáis disfrutar de esta actividad.

Insistimos mucho en evitar las horas de más exposición al sol, lo ideal es ir tanto a la piscina como a la playa antes de las 11h o pasadas las 18h. El calor también puede irritarles mucho. En este sentido, el fular de bambú de Amarsupiel es tu mejor aliado: su tela protegerá a tu bebé de los rayos UVA, unos rayos realmente dañinos para adultos y, sobre todo, para bebés.

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Bañitos cortos

En cuanto al momento baño, no fuerces ninguna situación. Introdúcele en el agua muy paulatinamente y espera su reacción. Si muestra disgusto, sácalo de inmediato e inténtalo de nuevo más adelante. Una mala experiencia no beneficia a nadie.

La actividad acuática compartida entre padres y bebés es muy enriquecedora. Ayuda a reforzar vuestro vínculo afectivo y, mientras el pequeño aprende a dominar el medio, además fortalece su corazón y mejora su desarrollo psicomotor. Para ello, es vital que la experiencia sea gratificante para todos.

Y por último es muy importante extremar las medidas de seguridad. Los manguitos o flotadores son un elemento de seguridad muy habitual y útil pero no deben reemplazar la vigilancia en ningún caso.

El portabebés, tu mejor aliado

Desde Amarsupiel recomendamos el uso de portabebés de agua para facilitar la comodidad y seguridad en el baño. En nuestra tienda online puedes encontrar el fular y la bandolera de agua, ambos son perfectos para bañarte tanto en la piscina como en el mar con tu bebé. Su tejido cool mesh es de secado ultrarápido, muy ligero y cuenta con un tratamiento antibacteriano. El primero puedes usarlo hasta los 9 kilos, mientras que la bandolera es apta hasta los 15 kilos.

En resumen, disfrutar de la piscina con bebé es posible siempre y cuando tengas muy presentes las necesidades del pequeño.

¡Feliz verano y felices vacaciones!